El centro de salud de San Benito fue escenario ayer de un nuevo episodio de violencia protagonizado por un usuario. Según denuncia CSIF, los hechos se produjeron sobre las 18.00 horas y cuando apenas había gente en estas instalaciones. En ese momento, esta persona comenzó a insultar y amenazar al celador-conductor que atendía en la Unidad de Atención a la Ciudadanía por pedirle que sacase número para poder ser atendido. No conforme con las explicaciones que se le daba para que cogiera su cita, el usuario rompió la mampara de separación que hay en el mostrador y provocó otros destrozos, generando el pánico entre los profesionales allí presentes.
Al producirse esta situación en horario de media tarde, muchos profesionales habían salido en su descanso, por lo que lo único que pudo hacer el trabajador fue llamar a la policía y al personal de seguridad privada, quienes llegaron a tiempo para evitar males mayores.
Desde CSIF se entiende que las medidas de seguridad con que cuenta este centro son totalmente insuficientes, ya que muchos usuarios con perfil violento conocen los horarios de la seguridad privada. Y es que, precisamente, este centro cuenta con vigilantes en horario de mañana, y luego, por la tarde, tiene un horario itinerante, repartiéndose entre varios centros de salud (de modo que ayer, a esa hora, no había vigilancia).
Para CSIF, “es inaceptable que los profesionales que atienden a la ciudadanía en un servicio público esencial tengan que sufrir episodios de este tipo” en el ejercicio de sus funciones y exige a la Administración más medidas de disuasión (como mantener al personal de seguridad todo el horario de apertura del centro) y adaptar el edificio para que no se convierta en “una ratonera de donde los profesionales no pueden escapar en casos de emergencia”.
Ante este episodio, CSIF ha convocado a los profesionales del centro a una concentración de repulsa para el próximo viernes, a las diez de la mañana, a las puertas de dicho centro.
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