El centro de extracción de sangre del Hospital de Jerez recibió este pasado viernes más de medio centenar de donaciones de personas sensibilizadas a raíz del caso de Fabio Padillo, joven de 30 años de edad que no ha podido ser operado de un tumor por falta de reservas.
Lejos de lo que pueda pensarse, el balance de estas avalanchas no es positivo, porque es previsible que no se prolongue en el tiempo y únicamente sirvan para ralentizar la jornada del personal que atiende el centro, además de provocar molestias a los propios donantes, que sufren largas esperas para cumplir con su objetivo.
Por el eso, el coordinador del Centro de Transfusión Sanguínea en la provincia, Miguel Ángel Barbero, prefiere que las donaciones de sangre sean “más repartidas en el tiempo porque vamos a seguir necesitando sangre todo el año por encima 150 bolsas diarias mínimas. Estos días vamos a llegar, pero tendría que seguir así. La lástima es que se acabarán, pero estas colas nos gustaría tenerlas siempre”, añade.
En cualquier caso, su mensaje es claro: “Que sigan donando, pero van a ayudar lo mismo ahora que dentro de 15 días, si no para este muchacho, va a ser otro para otro, porque todos los días hay muchos enfermos en el hospital que lo necesitan”.
No obstante, pese al caso extremo de Fabio, que no es el único paciente que se ha visto afectado por las escasas reservas de sangre, desde el Centro de Transfusión a nivel regional aseguran que no se han suspendido operaciones por falta de sangre y que las reservas están garantizadas, aunque animan a la donación siempre.
El problema es que con el verano a la vuelta de la esquina la situación puede empeorar porque es la época en la que menos sangre se dona, de ahí que estas últimas semanas los mensajes de concienciación a la ciudadanía animándoles a convertirse en donantes bombardeen las redes sociales para intentar calar “porque vamos a llegar con las reservas muy bajas y el verano es una época mala”, advierte Barbero.
Para ello es fundamental que por jornada recojan una cantidad mínima de 150 bolsas de sangre al día, que luego van a distribuir a los servicios de hematología de los hospitales de la provincia, donde lo reparten entre el resto de unidades.
¿Se consigue alcanzar este objetivo mínimo? “No solemos llegar”, reconoce Barbero, que sitúa el punto de inflexión a la baja cuando se levantaron las restricciones tras la pandemia el pasado verano. “Desde entonces hemos ido para abajo. Antes de la pandemia íbamos bastante bien, luego vino el Covid y empezamos a empeorar por el tema de la movilidad de los donantes”.
La vida se paró pero no en los hospitales. Se tuvo que seguir donando, aunque con la “normalidad” que se pudo: con grupos de trabajadores estancos para evitar los contagios entre el personal y limitando los grupos para las colectas. Si bien el ritmo bajó, y con él las donaciones de sangre, no se dio la disminución tan importante que hay en la actualidad no solo en Jerez, sino en toda Andalucía.
“No sabemos a qué se debe, tenemos que dar con la tecla; ha habido rebrotes de gripe, Covid, la Feria... parece que todos tenemos muchas ganas de relaciones sociales, y nos hemos olvidado de los que más lo necesitan”, sentencia.
Mientras tanto, Fabio, padre de dos niños pequeños, cumplió ayer 30 años y solo quiere un regalo: “Que me den cita en el hospital para operarme”.
El Ayuntamiento activa una campaña
El caso del joven Fabio Padillo parece haber supuesto un aldabonazo a la conciencia ciudadana y a la necesidad de donar sangre. Hasta tal punto ha llegado la cuestión que el propio Ayuntamiento ha promovido para hoy lunes una jornada de extracción colectiva de sangre. En concreto, se van a establecer dos puntos de donación además de los habituales. Por la mañana, de 09.00 a 14.00 horas, las personas que lo deseen podrán contrituir con esta causa en el propio Cabildo viejo de la plaza de la Asunción. Por la tarde, la unidad de extracción de sangre se traslada al edificio Jerez 2002 (Chapín), de 17.30 a 21.30 horas.
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