Tres años ha tenido que esperar, ni más ni menos, la Hermandad del Rocío de Emigrantes para iniciar el que estaba llamado a ser un camino especial, el del 50 aniversario.
Y tanto que será especial, porque es el 50 y porque desde que tenía que ser hasta que ha sido han pasado dos años muy duros con una pandemia que detuvo al mundo entero. Pero no hay mal que cien años dure y los cohetes de primera hora de este miércoles anunciaban que este año sí hay romería del Rocío.
Emigrantes se ha lucido por su ciudad, Huelva, que ha salido a su encuentro para despedir a la primera de sus hermandades. Durante su recorrido, Emigrantes ha realizado sus paradas habituales en la Comandancia de la Guardia Civil, la comisaría de la Policía Nacional, el monumento a la Virgen del Rocío situado en El Punto, la Diputación Provincial, el Ayuntamiento de Huelva, la Delegación de la Junta en Huelva o la Comandancia de Marina, su última parada antes de dejar atrás el asfalto y encaminarse hacia las arenas que la llevarán hasta la aldea.
Uno de los momentos más emocionantes, como todos los años, ha sido su paso por el Ayuntamiento de Huelva, uno de los lugares que congrega a más ciudadanos para despedir a las hermandades onubenses, y donde ha tenido lugar la tradicional petalada y las actuaciones musicales del Coro de El Lazareto y Ana María Bernal, que ha cantado la salve rociera junto a las personas que allí se congregaban, tras lo que la corporación municipal ha realizado una ofrenda floral al Simpecado.
La caravana que acompaña al Simpecado de la Concha Peregrina está formada por 250 peregrinos a pie, 250 caballistas, 12 carros tradicionales, siete enganches vehículos de tracción animal -charrés y manolas-, 22 tractores con remolques adornados y 21 vehículos de apoyo.
La carroza de Emigrantes lleva en sus varales las medallas de las hermandades hermanas, la Santa Cruz y Huelva, la Madrina Rociana, Ayamonte, Málaga y Sabadell, de la Patrona de Huelva, la Virgen de la Cinta, La Lanzada y Nazareno, de la localidad de Aljaraque y la capital.
Asimismo, luce dos lazos, uno negro por todos aquellos hermanos fallecidos que no podrán realizar el camino, en especial de aquellos que fueron víctimas del Covid-19, y otro rosa por todas las hermanas que han luchado y luchan contra el cáncer de mama. El adorno floral vuelve a estar a cargo de Pepe Brioso, que ha engalanado la carroza con un exorno muy colorido con una gran variedad de flores, algo que define a Emigrantes.
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