La provincia más dañada ha sido Almería, con 390 millones; seguida de la de Jaén, con 200; Sevilla, con 103 millones; Córdoba, con daños por valor de 92 millones; Huelva, con 60 millones; Granada, con 45, y Málaga, con 40, mientras que en Cádiz no se han determinado porque muchas fincas siguen anegadas, según Serra.
Las lluvias caídas entre el 15 de diciembre y el 15 de enero, con una media de 500 litros por metro cuadrado, han permitido que los embalses estén al 77% de su capacidad, con 8.129 hectómetros, más del doble que hace un año, lo que garantizará el riego para dos años, ha subrayado Serra.
Sin embargo, la "escasa capacidad" de algunas infraestructuras así como la "tardanza" en acabar obras pendientes y en la construcción de nuevos embalses ha impedido que se pudieran almacenar unos 3.000 hectómetros más sólo en la cuenca del Guadalquivir, ha destacado el presidente de Asaja.
Ese agua se ha ido al mar y ha causado daños en las infraestructuras urbanas y rurales, ha anegado campos, cultivos y barrios, lo que, según Serra, se podría haber evitado si el Gobierno y la Junta hubieran invertido en incrementar la oferta de agua, recreciendo presas o con interconexiones entre cuencas.
Entre los efectos positivos de la lluvia se incluye que la dehesa se ha reverdecido y permite alimentar al ganado con pasto natural y no comprar pienso y forraje, ha resaltado el representante de Asaja, quien ha subrayado que entre el 21 de diciembre y el 21 de enero se desembalsaron 2.942 hectómetros.
De los 930 millones de euros de daños causados, Asaja calcula que 390 son en cultivos hortícolas de invernadero; 385 en el olivar de molino; 60 en cítricos; los mismos que en la fresa y la frambuesa; 18 millones en productos hortícolas al aire libre; 15 millones en "otros cultivos" y dos en la remolacha.
Ante esta situación, Serra ha planteado que se replanteen "dogmas" como que no se hagan embalses nuevos o que no se permita la gestión individual de explotaciones que ahora podrían tener una balsa y acumular agua para regar en verano, así como que se les apliquen exenciones fiscales del IBI rústico y rebajas en la tarifa eléctrica.
También ha destacado que tras el temporal de agua se produce una "prueba de fuego" para el sistema de seguros agrarios, al que están acogidos 63.000 agricultores, muchos de los cuales están encontrando "numerosas dificultades" para que les cubran el siniestro.
Serra ha señalado que es necesario "adaptar" los seguros agrícolas a la realidad porque se dan casos de cultivos como el olivar, donde sólo está asegurada el 1,5% de la superficie.
Además, ha pedido a las instituciones que elaboren un plan especial para reparar los daños en las infraestructuras agrarias y que se construyan caminos y puentes "adecuados y mantenidos" porque muchos productos no se pueden recoger debido a que los caminos rurales están en una "situación penosa"
Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es
