San Isidro volvió a sus pinares acompañado de sus romeros este domingo 15 de mayo, día de la festividad del patrón en un día de gran ambiente y donde el tiempo también acompañó. A las 9:00h, el cortejo de San Isidro Labrador junto a su titular partió desde la plaza del Padre Eugenio hasta el pinar de la feria en un recorrido más largo de lo habitual. El cambio en la ruta de ida se debía, según miembros de la Hermandad, a la nueva pintura en el asfalto de la avenida María Auxiliadora que impedía el natural transcurso de los caballos ya que les podría causar resvalamientos. Por eso se optó por recorrer la calle Calvario, luego la calle San Antonio hasta continuar hasta la feria por la avenida Príncipes de España.
Aunque se pensó en un principio que el recorrido tan extenso podría demorar la llegada, finalmente alrededor de las 11:15h se adentraban los primeros jinetes en el pinar. Una llegada emotiva para la hermandad, comentó el hermano mayor Antonio Beltrán “Chaqueta”, y la más ansiada, tras dos años de pandemia que obligaron a suspender esta celebración: “Esto significa un día grande para la Hermandad de San Isidro y este año teníamos muchas ganas de romería”, pronunciaba su hermano mayor al dar los primeros pasos en las arenas de los pinares guiando a esos bueyes encargados de arrastrar la carreta del santo.
Una romería muy especial que esperó hasta las 12:30h a realizar la tradicional misa de San Isidro oficiada por el párroco de la Iglesia de Nuestra Señora de la O, Don José Arjona Gil, acompañada también por un coro rociero y las ofrendas de alimentos que la hermandad prepara para esta eucaristía. Antes de ella, el párroco entregó las medallas a los nuevos y también más jóvenes integrantes de esta hermandad con solera en la localidad.
Tras la eucaristía, dos enormes cazuelas de berza hechas por Amalia, que no falla en su receta romería tras romería, centró las miradas de todo aquel al que se le iba abriendo el apetito, al medio día de este domingo. Pero no fue lo único que se pudo degustar en el pinar, los caracoles, los pinchitos, el arranque y la tortilla de patatas, entre otras esquisiteces acompañaron a los romeros y romeras a pasar un día en buen ambiente.
Aunque si bien fue una romería ilusionante por el ánimo de los asistentes, el número de carretas preocupó a las peñas y romeros ya que, este año, tan sólo han frecuentado la romería un total de cuatro. Entre las peñas destacaban el empeño de las familias para que el legado de esta romería de San Isidro perviva de generación en generación, incluso una de ellas con el nombre de “La carreta de mi nieta”, dedicó íntegramente la temática de la misma a los más pequeños con música, telas, todo para que ellos disfruten de este día. Aunque los romeros coincidían en lo mismo: no es fácil contar con un tractor para que se siga fomentando esta tradicional cita y, lamentaban, cada vez son menos las carretas que se suman a esta celebración. Hermandades, que también en años anteriores eran propicias a hacer una carroza, algunos han visto complicaciones debido a los contagios por covid de sus integrantes, entre otras visicitudes. Miembros de una de las peñas, pidieron al ayuntamiento, concretamente en la entrega de premios a las carretas, que propusiera facilidades para que puedan prestar de cara a años posteriores alternativas para fomentar que vuelvan a sumarse más grupos para mantener viva esta romería.
A media tarde tuvo lugar el sorteo de una cesa, así como la entrega de premios a las peñas y al mejor ambiente. El tercer premio con un valor de 180€ fue para la carroza “La Buena Gente”; el segundo, donado por el Ayuntamiento de Rota con 240€ fue para la carroza “La alegría” y el primero recayó sobre la carroza “Romeritos Romeros” con un premio de 300€ donado por el Ayuntamiento de Rota. Así, el premio a mejor ambiente se lo llevó la carroza “La carreta de mi nieta”, un premio donado con 50€ por la peña El Rancho de los Doce.
Una romería que contó también con espacios de barras a cargo de hermandades de la localidad para servir a aquellas personas que optaron por no ensuciar la cocina y cargar las neveras para esta Romería de San Isidro 2022 que concluye con buenas sensaciones y que ya empieza a contar los 365 días para volver a ver a San Isidro Labrador entre arenas, piñas y ramas.
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