El Real Betis cumplió el deseo que todos los aficionados llevan pidiendo años: volver a Plaza Nueva. El equipo verdiblanco ha respondido sobre el césped a una afición que ha vuelto a demostrar que es una de las mejores de España. Este domingo, una marea de varios cientos de miles de béticos inundaron las calles de Sevilla para celebrar la consecución de la Copa del Rey ante el Valencia.
“Joaquín se va a quedar un año más por huevos”La comitiva arrancó en el Benito Villamarín, desde donde partió hacia el Ayuntamiento. La explanada de la parte trasera del estadio estuvo plagada de béticos, que después acompañaron al autobús por las la avenida de La Palmera como si de una romería se tratase. A pesar de las dificultades que tuvo la comitiva verdiblanca para avanzar, se llegó a Plaza Nueva un poco antes de las siete de la tarde, la hora prevista.
Una vez en el Ayuntamiento, la plantilla se hizo la tradicional foto en las escaleras y luego subió al Salón Colón, donde fue recibida por Antonio Muñoz, el alcalde de la ciudad. En sus declaraciones, destacó que espera “que el Betis siga dando alegrías para poder recibirlos en este Salón Colón”. Sin que nadie le preguntara, afirmó que “Joaquín no se puede retirar”.
Después de Antonio Muñoz, el presidente del Real Betis fue el encargado de tomar la palabra y dirigirse a todos los béticos. Ángel Haro señaló que “el Betis exporta sentimiento, ilusión y ciudadanía” y que “no hay nada más sevillanos que el Real Betis Balompié”. Por último mandó un mensaje de ilusión y dijo que “esto es sólo el principio”.
Tras la recepción en el Salón Colón, la plantilla y el cuerpo técnico se trasladaron a uno de los balcones que dan a la Plaza Nueva para ofrecer la Copa del Rey a los aficionados. Los aficionados cantaron el himno junto a los miembros de la plantilla. Entre varios cánticos, no faltó el “Sevilla es verdiblanca”, que fue entonado por el capitán de la plantilla a través de una megafonía. Después de una breve intervención por parte de varios futbolistas, Gordillo, Ángel Haro y Manuel Pellegrini, la expedición regresó al interior del Ayuntamiento para volver a montarse en el autobús y marcharse de a la Catedral.
En ese momento hubo un retraso en la planificación del día y los autobuses llegaron más tarde de lo previsto a la Catedral. Una vez allí, ofrecieron el trofeo a la Virgen de los Reyes y se fotografiaron junto con el arzobispo de la ciudad.
La guinda de la celebración fue por la noche en el Benito Villamarín, donde el club ofreció un gran despliegue para los aficionados que tuvieron la suerte de conseguir una entrada para el recinto.
La fiesta fue emocionante y emotiva. Los protagonistas de la jornada fueron Joaquín, que apenas se separó de la Copa del Rey y que fue uno de los más aclamados por la afición, y Juan Miranda, que se convirtió en uno de los héroes después de marcar el último gol en la tanda de penaltis.
Sevilla volvió a brillar con la consecución de un título que llevaba esperando el beticismo años. La sequía de 17 años se rompió por todo lo alto y la afición del Real Betis demostró las ganas que tenía de poder celebrar algo. El conjunto verdiblanco regresó a Plaza Nueva en un día que los béticos nunca olvidarán.
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