En el pleno de la Diputación se debatía en ese momento una moción presentada por el PP y defendida por el diputado Antonio Saldaña, relacionada con el medio rural. Durante su intervención, la diputada Carmen Álvarez, de IU, aprovechó para desviarse de su discurso y aclarar que una foto que había realizado con su móvil con antelación no se centraba en el representante del PP, como éste había advertido, sino en sus compañeros de Adelante, situados justo detrás de él. Pero fue más allá en la explicación. Álvarez apuntó que había hecho esa foto para retratar las "caras felices" de sus compañeros, y añadió: "Para fotografiarlo a usted tendría que cambiar ese semblante a más feliz, aunque a lo mejor para eso le hacen falta un par de amontillaitos".
En su uso de la palabra, Saldaña se dirigió en primer lugar al diputado socialista Javier Pizarro, al que corrigió que "en el campo vive bien usted. Yo no soy de familia que hereda los cargos y se convierte en terrateniente político a la nueva usanza del PSOE". Y, a continuación, lo hizo en alusión a Álvarez, a la que dijo que "yo tampoco me gustaría referirme al aspecto físico personal, ni lo que necesitaría para cambiar esa cara que tiene usted".
Fue en ese momento cuando intervino la presidenta de la Diputación, Irene García, y se vivieron algunos momentos de tensión entre ella y el diputado popular poco habituales en este tipo de sesiones plenarias de la Corporación Provincial.
García recriminó a Saldaña el "rosario de insultos personales directos" contra Pizarro y Álvarez, e incluso le afeó una intervención en la que "ha habido compañeros de su grupo moviéndose en el asiento por la incomodidad de las palabras que profiere", por lo que le instó a que pidiera "disculpas públicas por las insinuaciones personales, familiares e incluso físicas".
Saldaña por su parte insistió en que había sido Álvarez quien había hecho alusión a su aspecto físico, "y a lo que debería tomar para cambiar mi aspecto físico", por lo que le pidió que fuese "justa" y también pidiese a Álvarez que se disculpase con él. En todo caso, dijo que no podía pedir disculpas "cuando es una reacción a afirmación de otros".
La presidenta calificó de "disparate" la explicación de Saldaña y dio por cerrado el debate recordando de nuevo la "incomodidad" ocasionada por las palabras que había dedicado a la diputada de Izquierda Unida.
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