Arcos

Soledad en las calles de Arcos de la Frontera por la muerte de Cristo

La hermandad cerró las procesiones de Semana Santa con un desfile que recuperó tras dos años todo su sentido de duelo

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Procesión de la hermandad de la Soledad.

Procesión de la hermandad de la Soledad.

Procesión de la hermandad de la Soledad.

Procesión de la hermandad de la Soledad.

Procesión de la hermandad de la Soledad.

La procesión religiosa que cierra los desfiles de Semana Santa en Arcos ofreció el ejemplo deseado, mostrando todo su carácter fúnebre ante el paso del Santo Entierro de Cristo. El sepulcro del Señor llenó de tristeza las calles en el día de su muerte, en una noche de Viernes Santo que recuperó la añorada imagen del entorno de la parroquia de San Pedro lleno de público para presenciar la luctuosa estampa. Detrás, Nuestra Señora de la Soledad llora la ida del Hijo en su palio.

La hermandad estrenó este año en Semana Santa la cruz de guía que abre el cortejo y también el simpecado de la Virgen María, aunque en realidad ya se mostraron en la procesión extraordinaria con motivo del aniversario de la cofradía. Asimismo, el público pudo admirar los avances que ha experimentado estos años el tallado de la canasta del palio que ya está prácticamente terminado.

El acompañamiento musical vino de mano en esta ocasión de una agrupación de música de capilla para el santo sepulcro y de la banda de música Vicente Gómez Zarzuela de Arcos para el palio de Nuestra Señora de la Soledad, el cual lució como detalle un crespón negro por los hermanos de la hermandad fallecidos recientemente.

Respecto a los exornos florales, el santo sepulcro lució orquídea roja, helecho, acacia, hiedra y pittosporum, mientras que el palio de la Virgen mostró un conjunto floral formado por flor de cera blanca, limonium blanco, brunia, flor de algodón, calas de varios colores, rosas, astromelias y otras bellas plantas que alfombraron el paso de María Santísima.

Rozando la una y media de la madrugada, ya en Sábado Santo, la hermandad dio por finalizada su procesión con la entrada en el templo de las sagradas imágenes tras un noche tan emocionante como intensa. El trabajo de los costaleros y cargueros fue especialmente agradecido por un público que bien sabe de la dificultad de desfilar por el estrecho casco antiguo. Igualmente, acólitos, músicos y hermanos de fila dieron fe de su buen hacer.

La hermandad vivió recientemente otro día un inolvidable con motivo del Viernes de Dolores, sumándose a otras de San Pedro para celebrar el primer vía crucis parroquial con su sagrada imagen del Santísimo Cristo de la Buena Muerte. Este acto condujo a la hermandad hasta el vecino templo de San Agustín para ser recibidos por el Nazareno de Arcos.  

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