La Audiencia de Sevilla ha condenado a dos años de cárcel a una empleada de una sucursal bancaria, por un delito continuado de estafa cometido al apropiarse de "disposiciones en efectivo" con cargo a clientes de avanzada edad que "confiaban plenamente en ella", haciéndose con más de 60.000 euros de estas personas mediante una práctica "ilícita e injusta".
En una sentencia emitida por la Sección Tercera de la Audiencia de Sevilla el pasado mes de septiembre y recogida por Europa Press, se declara probado, de conformidad entre las partes, que la acusada, de 40 años de edad actualmente, "era empleada del Banco Santander" en una sucursal de Sevilla Este, si bien "las irregularidades" objeto de la causa fueron cometidas en una oficina del centro de la capital andaluza.
"Los motivos que originaron la investigación fueron una reclamación realizada por el hijo de uno de los clientes de la entidad bancaria y de la mencionada oficina" del centro de Sevilla capital, se declara probado, agregando que "a consecuencia de la reclamación, se descubrió que la investigada, desde el 14 de julio de 2017, había venido realizando disposiciones en efectivo desde tres tarjetas de crédito a nombre de dos clientes y sin el consentimiento de los mismos, en concreto" de dos mujeres.
EL "MODUS OPERANDI"
"Su modus operandi consistía en dar de alta las tarjetas con pago aplazado mensual, a nombre de los clientes, y por ende a cargo de sus cuentas corrientes, sin su conocimiento ni su autorización, para así luego proceder a realizar las extracciones dinerarias", explica la sentencia de la Sección Tercera de la Audiencia.
La resolución detalla además que "el importe defraudado incluyendo el importe pendiente de las tarjetas de los clientes alcanza los 60.113,05 euros", añadiendo que "para ocultar parte de las disposiciones fraudulentas" de dinero, en febrero y marzo de 2019, la investigada realizó dos transferencias por importe de 1.690,37 euros y 1.363,37 euros, "cargándolas sin su consentimiento en la cuenta de la que era titular otro cliente, de 92 años".
"La acusada, para realizar las acciones descritas, elegía cuentas corrientes de personas de avanzada edad, que confiaban en ella plenamente como empleada de la entidad bancaria, y que contaban con dinero suficiente para no percatarse de lo que estaba sucediendo", indica la sentencia condenatoria.
EL BANCO RESARCIÓ A LAS VÍCTIMAS
"Fruto de esta operativa ilícita e injusta, la cantidad a la que llegó a disponer la investigada asciende" a un total de 63.166,79 euros, precisa la resolución judicial, indicando además que el Banco Santander "ha resarcido los importes defraudados a sus clientes asumiendo la posición de perjudicada" y reclamando el dinero a la encartada.
Dado el caso, y de conformidad entre la defensa de la acusada, la Fiscalía y la representación del banco, la Sección Tercera de la Audiencia de Sevilla ha resuelto condenar a la inculpada a dos años de cárcel por un delito continuado de estafa y a indemnizar con 63.166,79 euros al citado banco por el dinero defraudado.
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