El Málaga afronta este fin de semana el máximo reto con la máxima ilusión. La jornada 35 significa que LaLiga Smartbank entra en territorio fangoso, donde los equipos que queden atrapados pierden una ventaja sin tiempo de maniobra. En esa trampa está el equipo de Martiricos, que lleva semanas incapaz de atreverse a dar un salto y alejarse de un descenso que quema. Seis puntos de margen sobre el descenso son pocos, por un lado, y son bastantes para respirar, por otro. Depende de cómo se mire.
El vaso medio lleno lo ve Pablo Guede, el nuevo líder del banquillo malaguista, al que le han bastado 35 minutos de rueda de prensa para generar una atmósfera de ilusión en la ciudad. Eso que todavía no ha conseguido nada. “Quiero un equipo que corra, meta y vaya para adelante siempre. Que se deje lo máximo por esta camiseta”, juró a los cuatro vientos. El argentino, antiguo delantero querido por todos, tiene el reto de transmitir ese mensaje de pasión y juego intenso a sus jugadores, que encarrilan un 2022 con datos que dan escalofríos: dos victorias, cuatro empates y siete derrotas.
Siguen recordándose esos dos partidos en los que el equipo, en condiciones normales y sin esa maldición de cara a gol, hubiera rascado una victoria. El gol de Okazaki que convirtió tres puntos en el empate más amargo de la temporada y el 0-0 ante la Ponferradina en casa aún pesan en la conciencia. A falta de ocho finales, el Málaga no tiene demasiado margen de error y sí un montón de lesionados, como acostumbra este año: Braian Cufré, Lombán, Hicham, Luis Muñoz, Juande y Pablo Chavarría. Además, Jairo todavía no está a punto aunque haya entrenado en solitario. Escassi sí parece estar preparado para la batalla.
Real Valladolid, el gran reto
Enfrente, un reto mayúsculo. El Real Valladolid, descendido de Primera, es uno de los serios candidatos a volver este mismo año a la máxima categoría. En segunda posición y a tres puntos del líder, el Eibar, y con el Almería a un punto, llega a La Rosaleda en una situación que al malagueño de a pie le resulta utópica. Este rival es, por plantilla, uno de los tres equipos más respetables de la Segunda División.
El técnico del conjunto vallisoletano, Pacheta, ha declarado en la previa que su equipo “está preparado para estar aquí. No nos tienen que meter presión porque ya la tenemos nosotros mismos. Tenemos que ganar y estamos obligados todos los días”. Advierte, además, del posible ‘efecto Guede’: “El nuevo entrenador va a intentar agitar y alborotar el grupo. La Rosaleda va a tener un ambiente estupendo y eso me gusta. Tenemos que estar atentos”.
El Valladolid tiene armas suficientes para ser el favorito. Es el equipo más goleador de toda LaLiga Smartbank con 56. El Málaga ha marcado 27. Diferencia abismal. Los goles del ariete israelí Weissman (14 en 30 partidos) junto a la amenaza siempre existente con Sergio León; el centro del campo de garantías con los Roque Mesa, Aguado y compañía, una defensa bien reforzada... muchos alicientes para crecerse.
Habrá sorpresas en el primer once de Guede. Sekou, además, no podrá jugar por la famosa cláusula del miedo. Roberto, Brandon y Adrián son los únicos arriba, sin olvidar al comodín Loren Zúñiga. La hinchada solo espera que la ilusión se materialice este sábado a las 18:15 horas.El Málaga, que no gana en La Rosaleda desde el 20 de noviembre ante Las Palmas, necesita un triunfo para no caer más en el hoyo del descenso
Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es