Las vísperas de la Semana Santa han entrado estos últimos días en el punto de no retorno con el regreso de varias imágenes a sus pasos de salida tres años después de haberlo hecho por última vez.
Este fin de semana se han repetido escenas que no pudieron vivirse ni en 2020 ni en 2021 y que son precisamente las que auguran la presencia casi inmediata de los primeros nazarenos en las calles.
La Virgen de la Estrella, Santa María de la Paz y Concordia o María Santísima de la O -este última en la noche de este domingo- son algunas de esas devociones entronizadas ya en sus respectivos pasos de salida.
Lo han hecho además en un fin de semana cargado de ceremonias públicas de veneración de imágenes.
Sin ir más lejos, este domingo bajaron de sus altares de culto diario el Señor del Sagrado Descendimiento, María Santísima del Desamparo, el Señor de las Misericordias, María Santísima del Consuelo, María Santísima de las Bienaventuranzas, el Señor de Bondad y Misericordia, María Santísima Madre de la Iglesia, Nuestra Señora de la Piedad, el Cristo del Amor, el Cristo de la Lanzada y María Santísima de Gracia y Esperanza, Nuestro Padre Jesús de la Sentencia y Humildad, María Santísima del Valle, el Cristo de la Sed, el Señor de la Entrega, María Santísima de la Amargura, el Ecce Homo, el Señor de la Salud de San Rafael, Madre de Dios del Patrocinio y María Santísima de la O, que como ha quedado dicho fue trasladada a su paso de palio al final de la jornada.
Todo ello aderezado con una amplia relación de pregones, presentaciones de carteles y conciertos.
Uno de ellos lo ofreció en la tarde de este domingo en la Plazuela la Agrupación Musical de la Estrella de Dos Hermanas, en una escena que no se vivía desde la Cuaresma de 2019.
Especialmente emotivo también fue el concierto que ofreció la Banda de Música Julián Cerdán el sábado en Los Descalzos, donde se estrenó una marcha dedicada a la Virgen de la Amargura basada en una plegaria de Antonio Gallardo Molina.
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