Se llamaba May Clarissa Miller, aunque popularmente y para la historia grande de la Literatura será eternamente Agatha Christie, la autora de más de 80 grandes novelas policíacas que marcaron todo un género literario y cuanta con millones de seguidores en todo el mundo. Fue en 1914 cuando contrae matrimonio con el coronel Archibald Christie y, alrededor de 1926, cuando comienza a vivir experiencias que podríamos calificar de misteriosas… Todo ello tras doce años de difícil relación con su esposo.
En torno a la vida de Agatha Christie hay un suceso que aún no ha podido ser explicado satisfactoriamente… Era el 3 de diciembre de 1926, por aquella época vivía en Bunningdale, en Berkshire. Encontraron su automóvil abandonado cerca de un lago en Newland’s Corner, en Surrey, la policía comenzó a investigar la causa de su desaparición y la prensa dio pie a todo tipo de especulaciones: se había fugado, se había incluso suicidado, que todo era publicidad para sus obras… La rumorología cuando comienza nunca se detiene en la verdad, o muy raras veces…
Estaba en un hotel
Tras tres semanas de incertidumbre Agatha dio señales de vida… Estaba en el spa del Hotel Hydropathic, en Harrowgate, hasta allí había llegado con un nombre falso -lógico en una maestra del relato policiaco- y había permanecido desde el primer día de su desaparición.
Fue un huésped quién la reconoció y ocurrió algo muy singular: su marido, Archie Christie, se personó para identificar a su esposa y ella negó ser Agatha Christie alegando que no lo recordaba como si de una espiral amnésica la hubiera envuelto… De igual modo dijo que no sabía cómo había podido llegar hasta aquel spa de Harrowgate.
Probablemente el matrimonio entre la pareja no vivía sus mejores momentos, el coronel le era infiel con una mujer llamada Nancy Neele, y dentro de aquel mismo año le pidió el divorcio a la escritora. Su “amnesia” podría haber sido un “castigo” a su infiel marido por su divorcio y la reciente muerte de su madre; de igual modo pudo haber sufrido una crisis nerviosa y padecer algún tipo de amnesia real.
La escritora ya era famosa por sus obras, tenía un notable éxito y los beneficios económicos la hacían independiente. Tratándose de una escritora como era, de un género que conocía tan bien, se pensó que Agatha podría haber simulado su desaparición para hacer por unos días a su marido sospechoso de la misma, incluso de su asesinato, en una dulce venganza muy de su estilo. No en vano inició una intensa investigación que incluía las grabaciones al teléfono del coronel… Y deben ir por ahí las certezas de la realidad pues se inscribió en el hotel con el nombre de Teresa Neele, curiosamente el mismo apellido que la amante de su esposo, y un claro desaire para ella…
Para su biógrafa, Andrew Norman, la escritora podría haber sufrido una rara forma de estrés materializado en amnesia. Cuando se le consultaba a Agatha Christie sobre este particular ella no respondía y prefería no hablar sobre ello.
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