Sociedad

Esther López fue abandonada en la cuneta con vida tras ser atropellada y murió de frío

"Si quien la atropelló hubiese avisado a una ambulancia o la hubiera llevado al hospital, Esther se podría haber salvado", afirman fuentes de la investigación

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  • Agentes de la Guardia Civil investigan el cadáver. -

Esther López, la joven que apareció muerta en Traspinedo (Valladolid), pudo haber sido abandonada con vida en la cuneta de la carretera N-122 en la que fue encontrada. Esta es la principal hipótesis con la que trabaja la Guardia Civil. Según 'Caso Abierto', la joven habría sido atropellada en la madrugada del 12 de enero cuando volvía a su casa andando por la carretera y el autor del atropello la habría depositado en el lugar junto a su mochila y su teléfono móvil.

Lo más cruel es que las lesiones en la cadera y el bazo no eran mortales. Esther habría muerto en la cuneta, probablemente congelada, ya que las temperaturas llegaron a siete grados bajo cero. "Si quien la atropelló hubiese avisado a una ambulancia o la hubiera llevado al hospital, Esther se podría haber salvado. Tenía lesiones serias en el bazo y la cadera, pero no eran mortales", afirma 'Caso abierto', quien cita fuentes de la investigación.

"Tiene lesiones en la cadera y el bazo. Pudo ser golpeada de forma lateral", afirman tras constatar que no hay huellas de frenada en la carretera ni restos del coche. La investigación está enfocada en el rastreo de los teléfonos móviles que pasaron por allí entre las 3.30 horas en que Esther López se despidió del último amigo que la vio con vida y las 5.50, que es cuando su madre la llamó por teléfono sin conseguir hablar con ella.

"El cadáver no está en la posición clásica de un atropello. Esther tenía los brazos y las piernas paralelos, casi pegados al cuerpo. Todo indica que quien la atropelló, la sacó de la carretera y la dejó así en la cuneta", afirman los investigadores, alertados también por la situación del teléfono móvil y la mochila. "Esos objetos estaban muy cerca de ella, la mochila estaba suelta, junto a ella, no en su espalda; el móvil, a su lado. Todo indica que la misma persona que la dejó en la cuneta lanzó cerca de ella sus objetos personales", añaden.

Por eso, ahora se buscan huellas digitales o restos de ADN en las pertenencias de Esther López, pues "nadie conduce con guantes".

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