Los cuatro grupos municipales que conforman la Corporación municipal han dado su parecer sobre la situación actual del servicio de aguas en Arcos a raíz de la aparición de episodios de turbidez en el suministro a los hogares. Precisamente a petición de los tres grupos de la oposición (PP, Ai-Pro y Ciudadanos) el equipo de Gobierno socialista accedió a la celebración de un pleno monográfico que arrojara luz a la situación que tantas quejas ha provocado en la población durante los últimos meses.
En la sesión, los grupos pidieron una bonificación del 25 por ciento en el recibo del agua para los vecinos afectados, algo que no se llevará a cabo porque los informes jurídicos lo prohíben, aunque quedó claro el compromiso del ejecutivo de subvencionar aquellos casos que sean denunciados ante la propia compañía de aguas, Aqualia. En el punto relativo a los análisis bioquímicos sobre el agua, también quedó claro que éstos se vienen haciendo de forma periódica por parte de la empresa, entre otros motivos porque así lo exige la Ley y es su responsabilidad. No obstante, el grupo Ciudadanos hizo valer una enmienda que fue aprobada unánimemente, consistente en la publicación de esos análisis sobre la calidad del agua en el portal municipal de Transparencia para conocimiento de los vecinos y vecinas.
Antes, en el primer punto del orden del día, también se aprobó por unanimidad enviar un informe al Instituto Geológico Minero sobre la situación de los acuíferos que nutren a la ciudad.
Asimismo, el equipo de Gobierno rechazó con su mayoría la realización de una auditoría externa a la empresa Aqualia para conocer el grado de cumplimiento del convenio firmado con el Gobierno del año 2012, entre otras razones porque supondría un elevado coste al Ayuntamiento que ahora no se puede permitir.
El pleno sacó a relucir la gestión pública del agua desde que Aqualia se puso al frente del servicio. El equipo de Gobierno reprochó una vez más a PP y a Ai-Pro que se no se invirtiera el canon de la empresa de 7,5 millones de euros en mejoras en la red de aguas, puesto que las inversiones realizadas fueron mínimas respecto a este canon. La oposición acusó al equipo de Gobierno de plegarse a los intereses de la empresa Aqualia por encima de los intereses de los ciudadanos, cuando fue precisamente el grupo socialista, en la oposición en 2012, el que votó en contra del convenio con la compañía. En lo que concierne a Aqualia, su compromiso actual no va más allá de invertir 150.000 euros anuales en mejoras, cuando en realidad la situación de la red requiere una inversión mucho más elevada que se llevará a cabo vía Presupuesto General; pero, claro, la oposición volvió a reclamar que se aprueben las cuentas después de siete años de prórroga.
Además, durante todo el debate salió a relucir como “plan B municipal” la posibilidad de que Arcos se conecte a la red del Consorcio de Aguas Bahía de Cádiz como una solución al agotamiento que vienen manifestando los acuíferos. Si bien Jédula, y la mayor parte de la provincia de Cádiz están conectados a esta red, la oposición se teme que se obligue a los vecinos a “beber agua de pantano”. El alcalde, Isidoro Gambín, llegaría a decir en el Pleno que los jedulenses beben agua de pantano y que no se han dado problemas de salud en este sentido entre la población.
También el equipo de Gobierno acusaría a la oposición de intentar “montar un espectáculo con el pleno y de no aportar soluciones”, no sin dejar de admitir que hoy por hoy Arcos tiene un problema con la calidad de agua potable, aunque la empresa Aqualia viene certificando que no existe riesgo para la salud.
En suma, las soluciones vendrán, aunque no a corto plazo, de los trabajos de limpieza de depósitos y redes y, más a largo plazo, de la conexión del municipio al Consorcio Bahía de Cádiz como hecho más que probable.
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