La asociación Pppeludos ha denunciado públicamente la salvaje agresión de la que fue objeto esta pasada semana una pequeña perrita en la zona de El Agrimensor.
Según esta protectora de animales, la perrita fue rociada con líquido corrosivo y amarrada a un árbol, pasando “todo el día” en esta lamentable situación sin que “absolutamente nadie” alertara de los hechos.
Mireya –que así es como se llama la perra- pasó “todo el día atada a un árbol ante la indiferencia de todos los que la vieron y no hicieron nada” para auxiliarle.
Como consecuencia de ello “tiene la cara destrozada, ha perdido un ojo y muy probablemente perderá el otro”.
Además, “sus heridas drenan pus y están necrosadas”, siendo encontrada con evidentes síntomas de destrución.
La asociación que la está atendiendo ha advertido de que “no sabe andar ni se tumba”, por lo que “parece que alguien la tuvo atada con una cuerda muy corta durante mucho tiempo”.
Pppeludos aconseja que ante un caso así no se dude en alertar a la Policía Local o a directamente a la perrera municipal, que puede convertirse en “la salvación para estos pequeños” ya que los animales no son sacrificados.
Con todo, lo más preocupante es que parece que hay constancia de un caso anterior en la misma zona, que tuvo como víctima a un pastor alemán, si bien entonces no se tramitó ninguna denuncia formal porque el animal fue atendido por un particular.
Desde la asociación se insiste en la necesidad de poner estos casos en conocimiento de la Policía Local, desde la premisa de que “el maltrato debe ser denunciado al momento”.
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