Pasan las semanas, hay mejoras, seguimos esperando una victoria, pero el hundimiento no cesa. Resulta que al Málaga más ordenado lo desordenó un exmalaguista como Francisco Portillo, ovacionado, que se inventó una asistencia magistral para emplatarle el gol decisivo a Sadiq. Ya sabe el aficionado blanquiazul que la palabra remontada no existe. Se quedó en un intento. Sin embargo, con una victoria en los últimos diez partidos, de poco sirve el intento, de nada valen las frases motivadoras y cursis de Mr. Wonderful. El Málaga está peligrosamente herido.
Fue una noche ruidosa en La Rosaleda desde el minuto uno. Los 600 aficionados almerienses quisieron hacerse notar y el Fondo Sur respondía solapando cánticos. Se echaba de menos el fútbol en el templo y el partido empezó con esa efervescencia que solo tiene un derbi andaluz. Ese impulso lo aprovechó el Málaga para salir en tromba y Ramón avisó con un disparo lejano en el minuto 8. El Almería, con buen toque de balón y buscando mucho a Sadiq, obligó a la mejor versión de Escassi, que fue importantísimo como destructor de juego.
Antoñín, tras desquitarse de sus polémicas pasadas y con la confianza por las nubes, volvió a ser lo que siempre se esperó: ese jugador que encara, dispara y es determinante. El meta Fernando salvó un disparo raso suyo que pudo ser el 1-0. Dani Barrio, de nuevo titular, no tuvo trabajo en la primera parte, solo un tímido disparo de Appiah. El Almería tuvo el balón, pero sin peligro. El Málaga, con líneas muy juntas y seguros atrás, esperaba a tener alguna.
Tras el descanso, vino el mazazo. Escrito y dirigido por Francisco Portillo. Se vio dentró del área y en línea de fondo, en una baldosa, y sacó un centro bombeado que Sadiq remató a placer (0-1, min. 53). Tenía que ser el ariete nigeriano, al que se le pudo parar hasta entonces. Para la réplica no le puso demasiada velocidad a sus intenciones el Málaga y, consciente de que con lo que había no daba, saltaron al verde Kevin y Brandon, más tarde Jozabed y Sekou. El ataque se animó algo, pero el equipo de Natxo todavía no genera lo suficiente. Es plano y previsible.
Los 10 minutos finales fueron de un Málaga echado hacia delante, Sadiq al galope buscando matar el partido en transición y Dani Barrio subiendo a los dos últimos córner que resumen el estado de ánimo del equipo. Desesperación, necesidad de un estímulo que no llega. Quedan jornadas para levantar esto, y quizá eso es l único a lo que agarrarse.
Ficha técnica:
Málaga CF: Barrio, Víctor Gómez, Peybernes, Lombán, Javi Jiménez, Escassi (Jozabed, 75’), Ramón, Jairo (Brandon, 62’), Antoñín (Kevin, 62’), Paulino y Roberto (Sekou, 75’).
UD Almería: Fernando, Akieme, Babic, Chumi, Pozo (Nieto, 79'), Samú, De la Hoz, Portillo (Curro, 79'), Robertone (Eguaras, 88'), Appiah (Buñuel, 66’) y Sadiq.
Goles: 0-1, Sadiq (min. 53).
Árbitro: Jon Ander González Esteban. Amonestó con amarilla a Escassi, Víctor Gómez y Peybernes del Málaga y a Akieme y Robertone del Almería.
Incidencias: Partido de la jornada 27 de LaLiga Smartbank disputado en La Rosaleda ante 17.267 asistentes.
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