Las fuentes explicaron que los agresores, cuya identidad se desconoce, colocaron cargas explosivas en las cinco viviendas y las detonaron posteriormente.
Los explosivos fueron colocados en las casas del jefe de la lucha anti terrorista en la ciudad, Walid al Hati, que murió en el ataque, en la de otro oficial de policía, cuyo nombre no fue facilitado y que vivía junto a al Hati y en otras tres casas contiguas a las de los dos responsables de seguridad.
Entre los muertos hay dos niños, dijeron las fuentes, que agregaron que en los cinco edificios que fueron volados, también vivía un abogado, contra el que posiblemente también hubiera sido dirigido el atentado, aunque no ofrecieron mas detalles.
La ciudad de Hit está situado a unos 120 kilómetros al oeste de Bagdad y cerca de Ramadi, capital de la provincia de Al Anbar, donde 25 personas murieron el pasado 30 de diciembre en un doble atentado contra la sede de la gobernación.
Por otro lado, otras tres personas murieron ayer y 15 resultaron heridas, seis de ellas de gravedad, por la explosión de un artefacto cerca de una mezquita chií en la provincia de Diyala, al noreste de Bagdad. Fuentes policiales relataron que el atentado, que tuvo como blanco una mezquita de la localidad de Janaqin, 70 kilómetros al este de Baquba, capital de Diyala, causó importantes desperfectos en los edificios cercanos.
Los ministros de Exteriores iraquí, Hoshiyar Zibari, e iraní, Manoucher Mottaki, acordaron hoy en Bagdad normalizar las relaciones y la situación en la frontera común tras la reciente crisis desatada tras una incursión militar iraní en Irak.
Los jefes de la diplomacia iraquí e iraní hicieron este anuncio en una rueda de prensa conjunta celebrada en Bagdad después de una reunión mantenida por ambos políticos para poner fin a las actuales tensiones bilaterales.
“Hemos acordado la formación de comités técnicos conjuntos para que la situación a lo largo de la frontera vuelva a la normalidad”, dijo Zibari a los periodistas.
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