Los datos son siempre los que son. Otra cosa son las interpretaciones y las sensaciones. Así, los registros de las oficinas dedicadas a contabilizar el número de parados en Andalucía y España señalan que el pasado mes en Málaga se produjo un incremento de 4.587 personas demandantes de empleo más que en en el mes anterior. Un dato que deja a la provincia con 151.141 parados inscritos.
La subida mensual del desempleo en enero, un mes considerado tradicionalmente como negativo, se eleva al 3.03 por ciento. Pero, más allá del número, como resaltaron desde el sindicato UGT, la cifra supone que Málaga empeora su comparativa al registrar la subida más alta del paro de toda España en el último mes.
Otro aspecto que tanto desde UGT como desde CCOO han destacado es el hecho de que el paro en Málaga tenga rostro de mujer. Así, las mujeres malagueñas sin empleo suponen dentro del conjunto de desempleados y desempleadas de la provincia casi el 62 por ciento del total (93.061).
Hay, superado el primer mes del año, 3.126 mujeres más en paro en Málaga y su provincia si se contrasta con la cifra del mes anterior, frente a la subida del desempleo en los hombres con 1.461 más en un mes para un total de 63.080.
Por todo ello, la secretaria de Empleo y Formación de CCOO en Málaga, María José Prados, ha destacado que estos datos, “reflejan claramente la precariedad laboral en la que viven instaladas las mujeres trabajadoras”, por lo que consideran que es “muy necesario llevar a cabo procesos formativos y programas de políticas activas de empleo dirigidos exclusivamente a ellas”.
Una vez más, el mayor incremento en el número de desempleadas y desempleados viene de la mano del sector servicios, con 4.723 personas más en el paro, encabezando la desocupación con un total de 114.045 parados registrados; en agricultura se sumaron 236 parados más (para un total de 4.268); en el sector industrial el aumento del desempleo se cifró en 178 personas; mientras que sí se ha reducido durante el mes anterior en el de la construcción con 267 parados menos (para un total provincial de 15.187), y en el colectivo sin empleo anterior, en el que se incluyen los jóvenes que se incorporan al mercado laboral, donde baja con respecto al mes anterior en 310 personas.
fiere a las afiliaciones a la Seguridad Social, los dígitos nos dicen que han disminuido en el último mes en 9.423 (-147), de manera que se contabilizaron en enero 632.041 trabajadores dados de alta, para un total sin embargo, en el cómputo interanual de 38.862 más que en enero de 2021.
Además, desde UGT destacaron que de los 57.144 contratos de trabajo realizados en la provincia, los temporales se situaron 49.990, que suponen casi el 88 por ciento del total, una cifra que no se modifica y que, a juicio del sindicato, “demuestra la fragilidad” del mercado laboral malagueño, ya que la cifra de contratos indefinidos fue de 7.154 en total, que suman 1053 menos en este mes, representando tan solo el 9,99 por ciento de la contratación. Aquí, UGT solo valoraría un dato como positivo, que es el que hace referencia al aumento de contratos indefinidos co respecto a diciembre, con 1.503, aunque se han llevado a cabo 5.000 contratos temporales menos.
Las reacciones
Para la secretaria de Empleo de UGT Málaga, Leonor Gálvez, estamos ante “un nuevo varapalo en los datos del paro del mes de enero para la provincia” debido a que “el final de la campaña de Navidad y de rebajas, nos vuelve a poner en el punto de mira, situando a Málaga como la primera provincia a nivel nacional con mayor crecimiento de desempleo”.
Para Prados, es necesario que “se trabaje de forma coordinada con los agentes sociales para desarrollar proyectos innovadores para la provincia, aprovechando el despliegue de fondos europeos para la reactivación y transformación económica de Andalucía y del resto de provincias”.
Mientras tanto, desde la Confederación de Empresarios de Málaga, para seguir impulsando la recuperación de la pandemia del COVID-19, y sus importantes implicaciones sobre la economía y el empleo, resulta fundamental apostar por medidas que no ejerzan impacto negativo sobre el mercado laboral”. Para ello, “se deben analizar las necesidades de las empresas, poniendo en marcha aquellos instrumentos que supongan un estímulo a su actividad, y que garanticen un ritmo constante durante todo el año, en aras a mantener y generar empleo”.
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