Un nuevo bombardeo atribuido a la coalición militar liderada por Arabia Saudí ha dejado decenas de muertos en la ciudad yemení de Saada, en el norte del país y bastión de los rebeldes hutíes, que esta semana están siendo blanco de una feroz campaña aérea en distintas regiones.
Al menos 63 personas han fallecido y unas 140 están heridas en ese ataque lanzado en la noche del jueves, según el último recuento de víctimas ofrecido a Efe por una fuente de la Dirección de Salud de la provincia de Saada, mientras el Ministerio de Salud del Gobierno de los hutíes elevó a última hora del viernes la cifra de muertos a 77 y de heridos a 190.
Según dicha fuente, que pidió el anonimato, los cuerpos de las víctimas se encuentran en las morgues de tres hospitales de la ciudad de Saada, capital de la provincia homónima, donde escasean los suministros y los equipos médicos.
Por su parte, la organización Médicos Sin Fronteras (MSF) dijo en su cuenta oficial de Twitter que el hospital Republicano de Saada ha recibido 138 heridos y 70 cadáveres, y no puede atender a más pacientes porque está "sobrepasado" y carece de suministros suficientes.
"Lo que he escuchado de mis colegas en Saada es que hay muchos cuerpos aún en el lugar del bombardeo y muchos desaparecidos. Es imposible saber cuántas personas han sido asesinadas", señaló Ahmed Mahat, jefe de la misión de MSF en el Yemen.
Mientras, Save the Children denunció en un comunicado la muerte de al menos 60 adultos en Saada y de tres niños en la ciudad de Al Hodeida, en el suroeste del Yemen, que también fue blanco de ataques aéreos en la noche del jueves.
La alianza capitaneada por Riad afirmó poco después de la medianoche del jueves haber lanzado "bombardeos precisos para destruir las capacidades de la milicia hutí en Al Hodeida", pero aún no ha confirmado si está detrás de la masacre de Saada.
Residentes de la urbe dijeron a Efe que aviones de la coalición árabe efectuaron tres bombardeos consecutivos el jueves por la noche contra un edificio de dos plantas que servía como centro de detención de acusados a la espera de juicio y cuyo tejado colapsó.
Muchas de las víctimas son inmigrantes africanos que llegan al Yemen y tratan de acceder ilegalmente a Arabia Saudí, país fronterizo con Saada, uno de los principales bastiones de los rebeldes chiíes y cuya infraestructura se ha visto gravemente dañada en los pasados cerca de siete años de conflicto.
El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) afirmó hoy en su cuenta oficial de Twitter que más de cien detenidos murieron o resultaron heridos en el ataque y recordó que estas personas, "al igual que los civiles, están protegidos bajo la ley humanitaria internacional".
La guerra entre el Gobierno yemení reconocido internacionalmente y los rebeldes hutíes, que conquistaron amplias zonas del país en 2014, se recrudeció en 2015 con la intervención de la coalición, acusada en numerosas ocasiones de bombardear objetivos civiles y de provocar víctimas inocentes, incluidos niños y mujeres.
Por su parte, la oficina política del movimiento chií denunció hoy "la masacre horrible contra presos en la provincia de Saada" y calificó lo sucedido de "crimen de guerra y lesa humanidad", según un comunicado difundido por Al Masira.
El grupo advirtió de que "la sangre yemení es cara" y responsabilizó de los muertos a los integrantes de la coalición árabe, incluido Estados Unidos, aunque este país retiró su apoyo a la alianza militar y a sus operaciones ofensivas en el Yemen en febrero de 2021.
Esta semana la alianza efectuó el bombardeo más mortífero desde 2017 contra la capital, también controlada por los rebeldes, que dejó 14 muertos y 11 heridos, según el Ministerio de Salud del Gobierno insurgente en Saná.
La coalición dio comienzo con esa acción a una intensa campaña de bombardeos en respuesta a un ataque de los rebeldes contra el Aeropuerto Internacional y una zona industrial de Abu Dabi, que dejó tres muertos y seis heridos, según las autoridades de Emiratos Árabes Unidos (EAU), país que también interviene militarmente en Yemen contra los hutíes.
Desde el lunes, los aviones saudíes han atacado distintas zonas y objetivos, el último de ellos la torre de telecomunicaciones situada en Al Hodeida, lo cual ha provocado la interrupción total de la conexión a Internet en todo Yemen desde anoche y ha dificultado conocer los estragos que han dejado los últimos bombardeos.
Después de guardar silencio todo el día, el portavoz militar de los hutíes, Yahia Sarea, advirtió a través de Twitter a las empresas internacionales que abandonen EAU porque este "pequeño país ya no es seguro".
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