La asociación 'El burrito feliz' y el grupo ecologista femenino 'Mujeres por Doñana' han dado un paso adelante en pro de la sostenibilidad en Doñana y del cultivo tradicional en la zona como el viñedo, sustituyendo los herbicidas que se usan en la preparación de la tierra por desbrozadores de "pelo y plumas".
Según ha informado la Asociación 'El burrito feliz' en un comunicado, son 14 burros y otros tantos gansos los que están protagonizando esta alternativa en una finca de viñedos y olivos de 9 hectáreas en Chucena.
Este método supone una alternativa a lo que estas mujeres consideran "un sistemático envenenamiento de la tierra con la consiguiente mortalidad de todas las especies animales que conviven en este ecosistema".
Cuidadosamente los asnos van comiéndose la hierba, sin tocar las viñas, siendo su trabajo complementado por grupos de gansos que, de forma sistemática, rebuscan cualquier brizna vegetal que haya quedado atrás: "Estos gansos son domésticos, y muy dóciles, lo que les hace idóneos para desarrollar actividades de desbroce entre las cepas", han indicado.
Los animales son vigilados por dos voluntarias que, a su vez, trabajan la poda de sarmientos en el viñedo.
El principal objetivo que se persigue con este método ecológico es recuperar progresivamente "la muy deteriorada avifauna del entorno de Doñana".
Desde 'Mujeres por Doñana', un colectivo de casi 20 activistas que basa su lucha en ofrecer alternativas de trabajo con resultados reales, consideran que lo primero, y más urgente, es "evitar, en lo posible, el uso de productos químicos agresivos en la agricultura de los entornos de Doñana".
Cristina Mariño, coordinadora del programa, ha indicado que "no se trata de denunciar ni demonizar a los agricultores, que, en gran número, utilizan este producto en viñedos, sino de ofrecer esta zona de trabajo como una alternativa real que promueva, y mejore, la salud de Doñana y de las muchas especies que la pueblan".
"No podemos enfrentarnos frontalmente a unas empresas que obtienen cifras astronómicas de dinero en nuestro país comercializando este herbicida", ha comentado, "pero nuestro equipo de burros y gansos va a conseguir, en este castigado entorno de Doñana, que esta finca sea una isla de vida rodeada de un océano de pesticidas químicos", ha concluido.
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