Así, por ejemplo, en el mercado Ingeniero Torroja se deja apreciar un descenso en el número y tipología del pescado que entra y posteriormente se vende en los puestos.
Los comerciantes aseguran que esta bajada se nota “tanto en la calidad como en la cantidad” del género. Además, la variedad del pescado que se oferta al público también se ha visto mermada con el paso del tiempo.
De esta forma, esta contracción en la entrada de diversidad y cantidad de peces ha afectado también al input de salida, el número de puestos del mercado.
Según los propios vendedores, el número de puestos de pescado se ha ido reduciendo paulatinamente hasta rondar la quincena que actualmente se encuentran entre el centenar del Ingeniero Torroja.
Otras empresas
Todo ello, dejando a un la afectación que el descenso de la actividad pesquera ha provocado en otras industrias auxiliares como la de reparación de redes, varaderos o astilleros, repuestos o equipamiento variado.
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