El jefe de campaña y asesor de Alexei Navalni, Leonid Volkov, aseguró este miércoles que la oposición al régimen de Vladímir Putin no ha quedado “descabezada” con el intento de envenenamiento y posterior entrada en prisión del líder opositor, y afirmó que la recomposición del movimiento que él lideraba continúa desde el exilio, donde se les abren nuevas oportunidades.
Volkov acudió a la sede del Parlamento Europeo de Estrasburgo a la ceremonia de entrega del premio Sájarov, otorgado a Navalni pero que el opositor no podrá recoger en persona tras su condena a prisión por saltarse las condiciones de la libertad condicional mientras estaba en coma en Alemania.
En una entrevista con Efe y otros medios europeos, Volkov -colaborador estrecho de Navalni desde hace una década y que gestionó su campaña electoral para las presidenciales desde 2018- relató que Navalni sabe que ha recibido este premio que otorga la Eurocámara por contribuciones excepcionales a la defensa de la libertad de conciencia y que, desde prisión, continúa vinculado a la política a través de sus abogados.
“Su ánimo sigue siendo bueno. Nuestro movimiento no está descabezado, él es nuestro líder y debatimos todos los proyectos con él. Está en contacto con la realidad de la vida política de Rusia”, afirmó este asesor, que también lamentó que se le aplique un duro aislamiento psicológico y que, en cuanto a su salud, “la ausencia de malas noticias” sea la única buena noticia.
La ilegalización de su partido, Rusia del Futuro, ha obligado al movimiento opositor a reducir su presencia física en Rusia, cerrar oficinas, aprender a trabajar totalmente en línea y desde el exilio, pero afirman mantener su objetivo de “que Putin se arrepienta de haber puesto a Alexei en la cárcel”.
Volkov asegura que se ha logrado “mantener a flote” las actividades de la organización y que, aunque ha sido duro perder su red regional de 45 oficinas (“desde Kaliningrado a Vladivostok, en once zonas horarias”), tratan de concentrarse “no en las oportunidades que hemos perdido sino en las que ganamos”.
Así, explica, operar desde el extranjero les ha permitido no temer los continuos registros de la policía de Moscú en los que les confiscaban regularmente todos sus equipos. De esta forma, calcula, perdieron unos 40 millones de rublos (más de 480.000 euros) en unas 2.000 piezas de material incautadas.
“Tenemos que ser flexibles, eso ha sido clave para nuestra supervivencia en los últimos diez años. Fuera del país sí podemos invertir, construir un estudio grande, producir más vídeos, llegar a una mayor audiencia”, explica el asesor de Navalni.
MÁS DE UNA DÉCADA DE OPOSICIÓN A PUTIN
El también exconcejal del ayuntamiento de Ekaterimburgo afirma que lo primero que le llamó la atención de Navalni fue su disposición a actuar en lugar de únicamente pronunciarse en comunicados, como hacía el resto de la oposición a Putin en 2009. “No pude evitar fijarme en lo diferente que era el enfoque de Navalni frente al de otros líderes opositores con experiencia. Nos caímos bien inmediatamente”, cuenta.
¿Y por qué Navalni no optó por el exilio en lugar de enfrentarse a una pena de cárcel casi segura en su regreso a Rusia tras recuperarse del envenenamiento? “Él nunca tuvo ninguna duda”, afirma Volkov. “Ha invertido tanto en su carrera, en ser el oponente político de Putin más prominente y ha sacrificado tanto que resignarse a quedarse en el extranjero significaría que esos sacrificios fueron en vano”.
“Era importante preservar la organización, que él siguiera siendo el líder y se convirtiera en un símbolo”, continúa el colaborador de Navalni, que vive desde hace un año en el exilio en Lituania. Asegura que el legado más importante de la década de trabajo de la organización de Navalni es probar que la corrupción del régimen de Putin es “la piedra angular” de todas las violaciones de derechos humanos en Rusia.
Pese a la represión de la oposición desde el Kremlin, Volkov prevé “una revolución” en Rusia. Putin ha hecho imposible expresar disensión en público, eso es cierto, pero esto no significa que la disensión haya desaparecido. Es barrer el polvo bajo la alfombra, que no es la forma correcta de limpiar una casa. Esperamos una revolución y haremos lo posible para hacerla pacífica. Putin, por supuesto, hará lo posible para que no sea pacífica".
El activista ruso, sin embargo, también lanza una advertencia a Europa: recalca que Putin ha construido “la máquina de propaganda más eficiente del mundo”, pero cuando esa máquina no puede alimentarse de éxitos en la política doméstica –ante una economía frágil y una pobre gestión de la pandemia- el régimen buscará gasolina en la política exterior.
“Para su objetivo, es importante promover cualquier cosa que cree turbulencias en Europa, que contribuya a su idea de que el modelo de gobernanza europeo no es bueno para los rusos. Putin no es ideológico: está igual de dispuesto a financiar a la extrema izquierda y a la extrema derecha”, alerta.
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