A las puertas del invierno, se puede afirmar que estamos encarando un final del otoño que ha sido bastante seco en líneas generales. Apenas han caído precipitaciones como para aliviar la delicada situación de los pantanos y embalses de la provincia de Córdoba, los cuales se encuentra en torno al 26,4% de su capacidad. En 25 años no habían estado peor, aunque hay una demarcación como la de los municipios situados al norte de Córdoba en los que se puede hablar de un momento más crítico.
Eso es lo que se puede desprender de las declaraciones realizadas por Francisco de Paula Algar, director gerente de la empresa provincial de aguas de Córdoba (Emproacsa), en el programa “Debate Abierto” de 7TV Ondamezquita. “Los pueblos de del norte de Córdoba tienen previsiones de abastecimiento para un año”, expresó. Eso siempre y cuando no llueva lo que debe de llover. En todo caso, y en alusión a la concienciación de los ciudadanos en general, Algar dijo que son “responsables” pero con un matiz. “Eso no obvia que tengamos que hacer campañas para mentalizar a la población”.
Para mostrar la crítica situación de un embalse como el de Sierra Boyera – el que abastece a la zona norte de Córdoba – las cifras hablan por sí solas. Según los últimos datos, el consumo de agua asciende a 8 hectómetros cúbicos cuando su capacidad total es de entre 10 y 11. Por tanto, desde Emproacsa advierten que “si no hay aportaciones y sumamos la evaporación de las aguas, creemos que el consumo está garantizado para los próximos doce meses”.
Por otro lado, en la parte oriental de la provincia hay una situación idéntica. “Tenemos un embalse de 5 hectómetros cúbicos y el consumo es de 4,8 hectómetros cúbicos”. Mientras que en el de Iznájar, cuya capacidad es la mayor de Andalucía con 220 hectómetros cúbicos, el consumo se sitúa entre 20 y 22 hm3. Y eso que se trata de un pantano que aporta agua a todas las localidades del sur de Córdoba.
Con este panorama, desde Emproacsa ya han puesto en funcionamiento medidas de distinto calado. Una de ellas es quizá la menos visible pero tan importante como otras: la actualización del plan de sequía. En estos momentos se encuentra en fase de exposición pública para que cualquiera participe de él. De hecho, Francisco de Paula Algar comunicó en el programa “Debate Abierto” que “hemos creado un comité de crisis que ya se ha reunido por primera vez”.
Una de las primeras acciones que llevarán a cabo es el envío de comunicaciones a los ayuntamientos cordobeses que tienen acuerdo con la empresa provincial de aguas de Córdoba para que adopten medidas de ahorro. El aumento de las inspecciones técnicas para evitar las fugas de agua no controladas también figuran entre las tareas pendientes, así como otras medidas más complejas como los trasvases planteados a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir o los nuevos afloramientos de agua para evitarlo. En todo caso, dijo Algar, “esperemos no llegar al corte de agua”.
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