Brasil, uno de los países más castigados por la pandemia de la covid-19 en el mundo, registró en las últimas 24 horas 53 muertes y 3.355 casos del virus, con lo que ya roza las 617.000 víctimas y 22,2 millones de contagios, pero las medias de óbitos e infecciones están en sus menores niveles en casi 20 meses.
Según los datos divulgados este sábado por el Consejo Nacional de Secretarías de Salud (Conass), desde el inicio de la pandemia, en febrero del año pasado, Brasil acumula 616.744 muertes y 22.197.183 contagios de coronavirus, que lo convierten en el segundo país con más víctimas en el mundo por la pandemia y el tercero con más casos.
La Conass, sin embargo, admitió que las cifras de este sábado están muy abajo de las habituales, incluso en fines de semana, debido a las dificultades que tienen las secretarías regionales de Salud para actualizar sus datos ante el ataque de hackers que sufrió la víspera el Ministerio de Salud y que no ha sido solucionado.
El viernes, por ejemplo, Brasil registró 234 muertes, cuatro veces las contabilizadas este sábado, y 7.765 casos, más del doble que los de hoy.
Diez de los 27 estados del país tuvieron dificultades para actualizar sus datos, entre los cuales Sao Paulo, el más poblado y el más castigado por la pandemia, Brasilia, Río Grande do Sul, Bahía y Goiás.
Pese a las dificultades de este sábado, las cifras acumuladas en la última semana muestran que la pandemia sigue cediendo rápidamente en Brasil y que los promedios están en los niveles en que estaban en las primeras semanas de la crisis sanitaria.
El promedio de muertes en los últimos siete días cayó este sábado hasta 168 diarios, el menor desde el 22 de abril del año pasado (167 óbitos por día), y el de contagios bajó hasta 7.133 diarios, el menor desde el 7 de mayo de 2020 (7.104 casos por día).
Las actuales medias están lejos de las registradas entre abril y junio de este año, cuando Brasil enfrentó el pico de la segunda ola de la pandemia. El mayor país latinoamericano llegó a registrar un promedio de 3.124 óbitos por día el 12 de abril y de 77.265 infecciones por día el 24 de junio.
La actual mejoría es atribuida al avance de la campaña de inmunización, pues Brasil ya cuenta con el 65,5 % de sus 213 millones de habitantes con la pauta completa de vacunación (las dos dosis o la vacuna de dosis única).
Pese a la reducción de las muertes, los contagios y hasta las hospitalizaciones a sus menores niveles en 20 meses, el país encendió nuevamente las alertas debido a la aparición de la ómicron, una variante de la covid-19 considerada más contagiosa y de la que ya se han registrado siete casos en el país.
El séptimo caso fue confirmado este sábado en la ciudad de Sao Paulo en un hombre de 67 años que no viajó al exterior en los últimos meses, por lo que se teme que dicha variante ya esté circulando a nivel local. Los seis casos anteriores fueron diagnosticados en personas procedentes de África.
Ante el temor generado por la ómicron, el magistrado Luis Roberto Barroso, uno de los once miembros de la Corte Suprema, determinó hoy que los extranjeros que quieran ingresar al país por vía aérea o terrestre tienen que presentar el certificado de vacunación contra la covid-19.
La decisión judicial se produce tan solo cuatro días después de que el Gobierno autorizara a los extranjeros a desembarcar en los aeropuertos de Brasil sin certificado de vacunación, pero con la condición de que cumplan una cuarentena de cinco días.
Barroso, sin embargo, alegó que la medida del Gobierno es inviable ante la imposibilidad de fiscalizar a todos los extranjeros sin certificado de vacunación que estén cumpliendo cuarentena.
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