La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) inicia el plan de vigilancia especial para la campaña oleícola 2021-2022 con más de cincuenta puntos de control adicionales a lo largo de toda la cuenca.
Según ha informado en un comunicado la CHG, la vigilancia se desarrollará como en años anteriores mediante inspección sobre el terreno y por telemedida de la calidad de las aguas, con la incorporación de nuevas estaciones automáticas en la red de control.
Este dispositivo, que añade a los puntos de control habituales más de cincuenta puntos de control adicionales, se diseña teniendo en cuenta las experiencias de años anteriores.
Para su ejecución, agentes medioambientales y técnicos realizarán labores de vigilancia, incluyendo períodos nocturnos y fines de semana, por las distintas zonas de la cuenca, con especial atención a las instalaciones destinadas a la producción de aceite de oliva y de gestión de sus subproductos: almazaras, secaderos de alpeorujo, extractoras, refinerías de aceite y centrales de biomasa.
En este protocolo de vigilancia, en el que colabora el Seprona de la Guardia Civil, el control mediante inspección se complementa con la telemedida a través de la red de estaciones automáticas de medida de la calidad del agua, red a la que se han incorporado para este plan nuevos puntos de control.
En las anteriores campañas, se tramitó una media de quince expedientes sancionadores por vertidos asociados a la producción de aceite de oliva, principalmente en las provincias de Córdoba y Jaén.
La CHG insiste en la prohibición de realizar vertidos no autorizados para proteger el estado de las masas de agua, que en la actual situación de sequía es, si cabe, más importante, dada la situación de vulnerabilidad de los cauces.
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