Cepsa en San Roque ha sometido a sus instalaciones portuarias a una auditoría medioambiental externa, realizada por AENOR, que ha verificado que las actividades de carga y descarga de crudo y productos petrolíferos, se realizan conforme a lo estipulado con la Autoridad Portuaria Bahía de Algeciras (APBA).
Se persigue así la renovación del convenio de Buenas Prácticas Ambientales firmado con la APBA que tiene como objetivo optimizar la gestión en materia de eficiencia ambiental sobre los medios técnicos y materiales empleados en la terminal marítima. Este convenio contempla diversas actuaciones, las cuales están establecidas en las guías de buenas prácticas aprobadas por Puertos del Estado, así como en los códigos de conducta ambiental que tienen el visto bueno de la Autoridad Portuaria.
Entre los requisitos que Cepsa debe cumplir se encuentra la realización de una auditoría externa, que permita a la APBA determinar el grado de cumplimiento del convenio firmado. Por este motivo, la compañía debe remitir los informes anuales de la auditoría, así como una memoria ambiental a la Autoridad Portuaria para que pueda valorar el grado de cumplimiento.
En dicha memoria ambiental se incluye un resumen de todas las actividades realizadas por la Terminal Marítima de la Refinería Gibraltar-San Roque incluyendo la manipulación y expedición de sus productos desde las instalaciones portuarias, cuyos aspectos ambientales deben ser mantenidos dentro de los límites exigidos por la legislación aplicable.
A través de la Terminal Marítima de la Refinería Gibraltar-San Roque, entraron en 2020 un total de 10,16 millones de toneladas de crudo, que es la materia prima de la Refinería, y se movieron 10,3 millones de toneladas de productos.
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