Llevan meses, incluso años, advirtiéndolo. La situación de la sanidad pública en Andalucía, y por ende, en la provincia de Cádiz, “se deteriora cada día más” por “causas puramente políticas” derivadas al gobierno de la Junta del “Partido Popular, Ciudadanos y Vox”. Hablamos, claro está, de Marea Blanca, en este caso de La Janda.
Hace escasamente un mes dicha plataforma en defensa de la sanidad pública se concentraba frente al Hospital de Alta Resolución de la comarca, ubicado en Vejer, para protestar por el “deterioro” de la atención hospitalaria y especializada, amén de “de la ya de por sí deteriorada atención primaria”.
Ahora, uno de sus portavoces, José Luis López, confirma que ya han comunicado que desde el Hospital Universitario de Puerto Real, centro de referencia para la comarca de La Janda, “ya no admiten derivaciones” desde el citado HARE de Vejer, “a excepción de pacientes en estado muy crítico”. Y no se admiten más derivaciones “porque están saturados” ante el aumento de pacientes con Covid.
Por lo tanto, “los pacientes con patologías leves dejarán de ser atendidos como ya pasara en los tiempos más duros de la pandemia”.
A ello se le une que en el HARE de la Janda “apenas hay profesionales como anestesistas” porque “la mayoría de su personal era eventual y se han acabado yendo a centros privados”.
Como consecuencia de esta situación, Marea Blanca señala que “se va a retrasar todo, las cirugías, la atención de los especialistas…. De hecho ya hay cancelaciones y no se cumplirán los plazos de garantía mínima, algo que ya está ocurriendo”.
Marea Blanca mantiene sus reivindicaciones, “las mismas que hace un año porque la situación ha empeorado”. Entre ellas está la cancelación de las políticas de conciertos con centros privados y la petición de aumentar el personal sanitario y los medios en los hospitales públicos.
Temen que tras el pasado puente festivo, “donde son muchas las personas las que han viajado”, aumenten los contagios “tanto en vacunados, que pueden reinfectarse aunque presentarán síntomas más leves, como en la gran cantidad de personas que aún no están vacunadas”, una situación que empeorará la atención en los hospitales públicos que “en septiembre vieron como se despidieron a ocho mil sanitarios”, muchos de los cuales “ya están trabajando en el País Vasco o Cataluña, donde son mejor tratados”.
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