La cumbre del clima de la ONU COP26 se apuntó este martes un primer triunfo al anunciar un acuerdo entre 110 países, entre ellos Brasil, Colombia y Costa Rica, para detener la deforestación en 2030, lo que permitiría mejorar la efectividad de los bosques como sumideros de carbono en la lucha contra el cambio climático.
En un acto con la plana mayor de líderes internacionales en Glasgow (Escocia), entre ellos el presidente estadounidense, Joe Biden, y el colombiano, Iván Duque, se celebró la firma por Estados que representan el 85 % del boscaje global de una declaración donde se comprometen a detener y revertir la tala de árboles esta década, a cambio de financiación por 19.200 millones de dólares (16.500 millones de euros) en fondos públicos y privados.
Aunque consideró "positivo" el anuncio, la Coalición de Naciones con Bosques Tropicales, que representa a 52 países, muchos de ellos latinoamericanos, dijo a Efe que este dinero es muy insuficiente para compensar la pérdida de ingresos derivados de la deforestación, de los que dependen estos territorios.
APUESTA POR LA BIODIVERSIDAD
Al inaugurar el evento "Bosques y Tierra", el primer ministro británico y anfitrión de la COP26, Boris Johnson, subrayó que "el cambio climático y la biodiversidad son dos caras de la misma moneda", de modo que mientras se combate una, se debe proteger la otra.
Biden dijo por su parte que hay que atajar la deforestación "con el mismo serio proceso aplicado a descarbonizar la economía", pues, señaló, "los bosques pueden ayudar a reducir las emisiones en más de un tercio".
Duque confirmó el compromiso de su Gobierno de declarar un 30 % de Colombia área protegida para 2022, mucho antes de la meta general de 2030, "porque hay que actuar ahora", mientras que el presidente de Costa Rica, Carlos Alvarado, explicó que su Ejecutivo ya financia a los pueblos indígenas "para que protejan los bosques" que capturan CO2.
El gran compromiso por la reforestación anunciado hoy ha sido suscrito también por Indonesia, Noruega, Australia, China, Ecuador, Honduras, Guatemala, Perú, Turquía, Uruguay o la Unión Europea.
ESCEPTICISMO ENTRE LOS PAÍSES CON BOSQUES
El director de la Coalición de Naciones con Bosques Tropicales, Kevin Conrad, de Papúa Nueva Guinea, dijo a Efe que "es positivo" que "alguien como Boris Johnson hable de árboles", pero la realidad es que la financiación ofrecida "es una gota en medio del océano" frente a lo que se necesita para desincentivar la tala de árboles para la agricultura.
Según sus datos, para detener y revertir la deforestación en 2030, de cara a lograr el objetivo de limitar el calentamiento del planeta a 1,5 grados este siglo, se necesitan 100.000 millones de dólares (86.000 millones de euros) anuales durante diez años que se repartan entre todas las naciones con bosques tropicales.
La coalición también cuestiona que se haga este anuncio cuando ya existe en el Acuerdo de París de 2015 contra el cambio climático un mecanismo para compensar a los Estados que contribuyen a la reducción de emisiones mediante la preservación de sus bosques, que apenas se aplica.
En el acto de este martes, representantes de pueblos indígenas reivindicaron su derecho a gestionar sus tierras con respeto a la naturaleza y pidieron el fin de la devastación causada por intereses económicos.
"No nos asesinen, no nos maten", dijo Tuntiak Katan, hijo del pueblo Shuar de la Amazonia ecuatoriana, que instó a "valorar y a apoyar los conocimientos y la ciencia de los pueblos indígenas" así como su contribución a la reducción de las gases nocivos.
Según datos del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), los bosques albergan 60.000 especies diferentes de árboles, el 80 % de las especies de anfibios, el 75 % de las especies de aves y el 68 % de las especies de mamíferos de la Tierra.
Pero durante los últimos 13 años, más de 43 millones de hectáreas de arboledas han sido devastadas en esos ecosistemas, una superficie comparable con el estado estadounidense de California.
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