En cierto modo, soy fruto de mi tiempo. Todos los somos. Al margen del carácter, la genética o nuestro aprendizaje en las edades más tempranas, está nuestra forma de relacionarnos con el entorno y el contexto que nos ha tocado vivir. Nuestro tiempo.
Y en mi tiempo estuvo Isaías. Me siento enormemente privilegiada por esta circunstancia. Confieso que, a la vez, su partida me provocaba estos días una profunda tristeza. ¿Quién no ha sentido en algún momento el vacío por la marcha de alguien cuya presencia creía eterna?
Nuestros mayores son un verdadero refugio de sabiduría y de aliento para quienes, desde muy jóvenes, hemos sentido la llamada vocacional para servir desde lo público o la pasión por determinados ideales políticos.
En Isaías encontré siempre un hombro donde apoyarme y un veterano al que acudir en busca de consejo. Ha sido para mí un compañero generoso y un buen hombre. Un referente de político cercano que, a pesar de haber asumido responsabilidades a mayores escalas, jamás descuidó los vínculos con sus raíces y su pueblo natal.
Los compañeros y compañeras de Ayamonte, con gran acierto, decidieron hace unos días que el nombre de este político de bandera coronara la Casa del Pueblo del PSOE. Se trató de un homenaje en vida al que pudo asistir él mismo. Personalmente, lo considero un reconocimiento a Isaías Pérez Saldaña, el maestro, el alcalde y el amigo, pero también un acto de agradecimiento a las generaciones pasadas que hacen del PSOE un gran partido.
Serán siempre pocas las muestras de gratitud que destinemos a poner en valor el enorme legado de las generaciones socialistas que nos han precedido. Las grandes conquistas en derechos y libertades han venido de su mano. No puede ser más oportuno un momento como el actual para ponerlas en valor, justo cuando determinados sectores pretenden cuestionar precisamente estos avances.
Los derechos laborales, el bienestar y la protección social en forma de pensiones o ayudas, la igualdad, el avance de las mujeres como ciudadanas de pleno derecho, el acceso a una educación y a una sanidad universales... Son muchos los hitos históricos heredados de generaciones que supieron, como Isaías, llevarlos a la práctica desde las instituciones públicas y, con ello, impulsar a una sociedad que conseguía dejar atrás una de las etapas más oscuras de nuestro país.
Querido amigo, se abre paso un tiempo sin ti, pero allí donde estés ten la certeza de que tu legado estará a buen recaudo en quienes tuvimos el honor de aprenderte y quererte y hoy tomamos el testigo.Nos quedó pendiente aquella comida, pero Natalia y yo nos quedamos con el deseo que nos trasmitiste desde esa enorme responsabilidad que siempre mostrabas incluso en la debilidad de tus últimos días, el de unir el partido.
Que la tierra te sea leve.
Mª Eugenia Limón
Presidenta de la Diputación Provincial de Huelva y alcaldesa de San Bartolomé de la Torre
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