El sistema de Educación Infantil de 0 a 3 años en Andalucía genera desigualdades entre las provincias y presenta un déficit de calidad, según Save the Children, que reclama usar los fondos europeos para bajar las ratios del alumnado y mejorar la formación del profesorado y las infraestructuras.
La ong ha presentado el informe 'Donde todo empieza', en el que realiza un análisis de políticas públicas de Educación Infantil en la comunidad, donde la tasa de matriculación de 0 a 3 años es superior a la media estatal (40,9 % frente a un 36,4 %).
Esta expansión no ha sido homogénea en todas las provincias, y existe un desajuste entre la oferta y la demanda que no responde a las necesidades sociales.
En este sentido, Huelva lidera la clasificación de matriculaciones en esta franja de edad con hasta 13 puntos por encima de la media, mientras que Cádiz se coloca en el último lugar, con más de 12 puntos por debajo.
El informe constata que el aumento de las matriculaciones en esta franja educativa ha sido consecuencia del incremento de los conciertos con centros de Educación Infantil de gestión privada y que ese incremento no ha ido acompañado de una planificación que se adecúe a las demandas ni a las necesidades sociales.
Además, pone de manifiesto las diferencias de calidad existentes entre las escuelas públicas de titularidad de la Junta de Andalucía y los centros adheridos privados, ya que los centros públicos son los que están mejor financiados, tienen mejores infraestructuras y servicios de asistencia.
El director en funciones de Save the Children en Andalucía, Javier Cabrera, asegura que el actual modelo es "ineficiente" y cree "inadmisible" que haya listas de espera y a la vez plazas sobrantes.
Por eso, se necesita "más planificación y una oferta pública de calidad, especialmente en la provincia de Cádiz, que es la que cuenta con mayor tasa de desempleo y de pobreza de toda Andalucía", ha señalado, al tiempo que ha advertido de que los niños menos escolarizados son los que "más necesitan compensar las desigualdades".
Aunque Save de Children reconoce los esfuerzos de la Junta de Andalucía, el informe refleja que las familias llegan a asumir de media el 28 % de los costes totales del servicio (la media en la UE esta en el 25%).
A estos suma también los costes "ocultos (compra de material, libros, etcétera) que tienen que sufragar íntegramente las familias, lo que puede desincentivarlas a la hora de matricular a sus hijos en esta etapa educativa, sobre todo a las que disponen de menos renta, esgrime la ong.
Otras de las barreras que encuentran las familias andaluzas a la hora de acceder a la Educación de 0 a 3 años son "burocráticas, como la desinformación respecto a la matriculación, a la documentación que deben presentar (aún más acuciante entre la población inmigrante) y a la bonificación que tendrán, la cual no saben hasta que no entreguen toda la documentación en el plazo correspondiente.
En aquellos lugares donde la demanda supera a la oferta, se puntúa más a las familias trabajadoras que a las que están en búsqueda de empleo, aumentando la brecha de pobreza y exclusión, alerta el informe.
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