El otoño ha rebajado el botellón en Chiclana, tras unos meses en los que la movida juvenil se ha concentrado en el entorno del paso marítimo de La Barrosa y la propia arena de la playa. Sin episodios de violencia, el delegado de la Policía Local, José Manuel Vera, apunta que “debido a la afluencia de turistas procedentes de otras comunidades, donde el botellón se regula de manera diferente, cada uno entendía las normas a su manera”. El responsable municipal reconocía la complejidad de la situación a la que se ha tenido que enfrentar, pero remarca que el Gobierno local ha actuado con contundencia y transparencia ante los requerimientos o cuando se detectaban conductas ilegales en estos puntos calientes y celebra que ahora, en cualquier caso, el fenómeno sea esporádico.
En San Fernando, también lo es, aunque el delegado de Policía Local, Jaime Armario, admite que, acabada la temporada estival y con ella las oferas que acogían a los jóvenes, como la terraza Bahía Sound, “hemos tenido algunos focos repartidos en algunos puntos de la ciudad”. Ante esta tesitura, el Gobierno local ha celebrado reuniones de coordinación entre Policía Local y Policía Nacional, con el delegado de Seguridad Ciudadana también presente, para tener mayor presencia policial y evitar esas concentraciones detectadas en la actualidad y que no vayan a más.
Estas dos localidades, junto con Arcos, que tiene localizado el botellódromo en la zona del recinto ferial, relativamente controlado, son las excepciones frente a El Puerto, por ejemplo, con serios problemas de seguridad durante la temporada estival en Puerto Sherry, o las incidencias por la movida en las localidades de mayor población en las últimas semanas.
En el caso de Algeciras, donde no se habían registrado problemas de gravedad ni antes del toque de queda ni en los primeros meses sin restricciones, sufrió el pasado fin de semana una estampida en el Llano Amarillo tras el anuncio por medio de un perfil falso del alcalde, José Ignacio Landaluce, en redes sociales de que la zona estaba abierta para el botellón. Policía Local y la Policía Nacional desalojaron el espacio que reúne tradicionalmente a los jóvenes en fechas señaladas como la Navidad.
En Jerez, la Policía Nacional también actuó para disolver un macrobotellón en El Cuco la madrugada del sábado 9 de octubre. Durante la intervención de los funcionarios, se produjeron agresiones a los agentes de seguridad. Los vecinos de la zona han denunciado igualmente las molestias ocasionadas, la suciedad y los daños en el mobiliario urbano. Durante el mes de septiembre, la Policía Local interpuso 136 denuncias relacionadas con la movida y en agosto advirtió de que el consumo de alcohol en vía pública se concentraba, además del parque del Cuco, en avenida Reina Sofía, calle Rancho de Colores, Parque González Hontoria, calle Francisco de la Riba, Parque Entreparquez y Plaza Benamahoma.
En Cádiz, con la Punta de San Felipe como enclave principal del botellón, también se ha dispersado la movida con presencia en las inmediaciones del Hotel Playa y en los alrededores de la playa de La Caleta. El propio Ayuntamiento admitió la dificultad de controlar las concentraciones durante el verano y reclamó ayuda a la Junta de Andalucía.
* Con información de Antonio Atienza, José F. Cabeza, José Antonio Benítez y Antonio Bernal.
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