Sé que hablar del COVID se hace pesado, pero es necesario transmitir lo que era un secreto a voces. Habrá tercera dosis que será a partir del 25 de octubre para los mayores de 70 años y, posteriormente, le seguirán los mayores de 65. Residencias de la tercera edad e inmunodeprimidos ya la están recibiendo como grupos más vulnerables y de ahí a todos los demás priorizando por edad.
Lo recomendaba la EMA (Agencia Europea del Medicamento) y la Comisión de Salud Pública ha tomado nota y la ha autorizado. Se administrará con una diferencia de 6 meses con respecto a la última dosis y coincidirá y convivirá con la vacuna antigripal. Los datos tras la vacunación son buenos, pero temiendo un rebrote en otoño-invierno, la decisión es reforzar la inmunidad de los grupos de riesgo.
Queda demostrado, por tanto, que a la hora de padecer la enfermedad y sus nefastas consecuencias la edad juega un papel fundamental en la supervivencia. Dejamos sin vacunar a los menores de 12 años por su baja probabilidad de padecer una forma grave de la enfermedad y reforzamos a los mayores. La polémica viene porque esta autorización de nueva dosis, aparece tras los resultados de los ensayos presentados por Pfizer donde cabría pensar un fondo económico más que un único motivo de salud, pero lo cierto es que era previsible esa nueva dosis y que, dado la persistencia de la enfermedad, se haga la vacuna estacional como ocurre con la gripe.
No somos los pioneros en esta dosis, pues hasta 10 países de la Unión Europea han comenzado ya con esta nueva etapa de vacunación. En principio se ha considerado que se administrará las vacunas a quienes realmente supone un beneficio demostrado para su salud y sea totalmente necesario. No llegarán pronto las dosis para el resto de la población porque además de los ensayos clínicos, hay que tener en cuenta que son necesarias muchas dosis para los países más desfavorecidos. Esa famosa inmunidad de rebaño también depende de esa vacunación en países con recursos económicos escasos. Por poner un ejemplo, en África solo se ha vacunado al 2% de la población y evidentemente eso es una auténtica barbaridad. En previsión de todo esto, Sanidad ha hecho un almacén de 3,8 millones de dosis de Pfizer, en ultracongeladores y con una localización secreta.
Todavía queda 5 millones y medio de habitantes sin completar la vacunación por miedo, indiferencia y en el menor de los casos, por negacionismo. Ante la pregunta que se están haciendo ustedes menores de 65 años, mi respuesta es que se calcula que la inmunidad de la vacuna que le administraron será de 2-3 años, tiempo suficiente para vacunar a los grupos de riesgo y países con esa baja tasa de vacunación. Tenemos que pensar que esos lugares donde no se vacuna, son como su nombre indica, caldo de cultivo para nuevas variantes. Para los que piensan que el virus no existe y esto es una farsa para sacar tajada, a los números me remito. Son ya en todo el mundo 233 millones de contagiados y 4,7 millones de fallecidos. Solo con la vacuna hemos logrado detener este virus, lo demás es no querer ver la realidad o manipularla para alimentar falsos argumentos.
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