Tomar un café de forma distendida o visitar el mercado junto a Catherine Deneuve forjan una relación de amistad y confianza mutua cuyo resultado son unas imágenes de las grandes estrellas del cine francés llenas de verdad y de naturalidad que el fotógrafo Luc Roux ha reunido en cuarenta años de carrera.
Nunca pedir una pose ni una sonrisa a unos actores cansados de que se las pidan, sino que surjan de forma natural, es uno de los principales mandamientos en su trabajo del considerado como gran fotógrafo del cine francés, que este miércoles inaugura en la Alianza Francesa de Málaga su primera exposición retrospectiva en España.
"La relación que establezco con los actores es distendida, de confianza y de complicidad, y ellos se muestran tal y como son. Nunca les hago posar ni les digo que sonrían, porque para eso es mejor contarles algo que les parezca gracioso", ha explicado Roux en la presentación de la exposición, instalada con motivo del vigésimo séptimo Festival de Cine Francés de Málaga.
A su juicio, pedirles a los actores que posen "les quita la naturalidad", y por el contrario en sus fotografías considera que "hay una presencia del actor muy palpable, porque no hay ningún juego ni ningún truco".
Cada una de las más de cuarenta fotografías que componen la exposición esconden tras de sí una anécdota, y Roux ha querido incluir en la selección, como "un guiño a Málaga", una imagen de Antonio Banderas durante el rodaje de "Evita", del que recuerda con una sonrisa que el actor malagueño "fue mucho más amable que Madonna".
Roux fundó las míticas revistas del cine francés "Première" y "Studio Magazine" junto a Jean-Pierre Lavoignat, que como comisario de la exposición ha tenido la ingente tarea de seleccionar las imágenes entre las miles que ha captado a lo largo de su trayectoria.
Lavoignat explica que se ha quedado con las fotografías "más emblemáticas y que han tenido más éxito en la portada de la revista", aunque admite que ha seleccionado otras "por gusto personal".
Durante un recorrido por la exposición, el comisario corrobora el método de trabajo de Roux, que no quiere ejercer "ninguna presión" con su trabajo a los actores, lo que hace que éstos solicitaran frecuentemente ser fotografiados por él.
Casi todas son fotografías a la antigua usanza, de la época del negativo, antes de la irrupción de lo digital y de los retoques de Photoshop, un fenómeno que "se ha agravado con el tiempo", según Lavoignat.
Esa relación de amistad y confianza tejida con los actores le daba a Roux "un conocimiento de su personalidad para captar un buen momento en el rodaje", apunta el comisario, que también guarda una buena colección de anécdotas aparejadas a cada imagen.
Así, recuerda la del recientemente fallecido Jean-Paul Belmondo, tomada de forma inesperada en un aeropuerto; a un Gérard Depardieu que descansa junto a una piscina tras la promoción de una película en Cannes, o desvela -"aunque esto es 'off the record'", aclara- lo que Roux le dijo a Emmanuelle Béart, sentada a los pies de una cama, para arrancarle una espontánea carcajada.
Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es