La Delegación Municipal de Patrimonio ha tomado la decisión de estudiar la puesta en marcha de medidas provisionales, hasta tanto no se cuente con informes oficiales, para evitar el agravamiento del estado del Puente Nuevo, donde en las últimas semanas se ha registrado un hundimiento parcial a la altura del Convento de Santo Domingo, cada vez más pronunciado.
Así lo ha anunciado la delegada municipal de Patrimonio, Francisca González, tras la visita a la ciudad de un equipo de técnicos del Instituto Geológico y Minero, quienes han realizado una primera toma de contacto visual sobre el estado del puente. Con independencia del daño estructural que pueda tener, los técnicos han mostrado su sorpresa por el gran volumen de tráfico que soporta la estructura, de ahí las recomendaciones de restringirlo.
Con todo, González no ha querido alertar a la población sobre el hundimiento, asegurando que afecta “a la parte de relleno, no a la estructura central del puente”. Siguiendo una cronología, la delegada de Patrimonio ha explicado que desde el momento en que se tuvo conocimiento de las filtraciones de agua se llevaron a cabo unas primeras obras por parte de la empresa Aqualia. A continuación se redactó un “proyecto urgente” que se envío a la Diputación Provincial para la financiación de la actuación, la cual se ha confirmado.
Paralelamente, según González, se iniciaron los contactos con el Instituto Geológico y Minero, “ya que no existe un estudio riguroso sobre el estado del puente, por lo que no se sabe de qué manera le afecta el paso del tiempo, con independencia del tráfico que soporta”.
Al respecto, la edil matiza que “el compromiso del equipo de Gobierno con el puente existe desde que entró, y era una de los objetivos de su programa electoral”. Niega así que se actúe a petición del PP, pues “el 15 de diciembre se informó en el grupo de trabajo del plan de movilidad sobre los contactos con el Instituto Geológico, y el PP presentó su propuesta el día 23, cuando el equipo de Gobierno ya lo había solicitado”, asegura.
La responsable de Patrimonio remarca que la decisión de restringir el tráfico en el Puente Nuevo es “política y no técnica, a la espera de informes, para no agravar la situación y tener que lamentar consecuencias”. Una propuesta que cuenta con el visto bueno de la alcaldesa y que se estudiará para “evitar el mayor trastorno a los vecinos”.
Por su parte, los técnicos del Instituto Geológico desplazados a la ciudad, dos geólogos y una ingeniera -uno de ellos rondeño- han destacado que, aunque la estructura del puente es robusta, sí sería conveniente actuar para evitar las filtraciones que se están produciendo. También han confirmado que está afectada la plataforma y los estribos, agravado por la falta de conservación y el propio tráfico que soporta.
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