¿Quién nos lo iba a decir a principio de temporada? Cuando todos hablábamos de una liga de futbol profesional totalmente desequilibrada, insulsa y bicolor… Nos encontramos con un férreo Atlético de Madrid.
Sé que soy pesado con el tema, pero pocos años acabarán como este. Los años de aficionado de este deporte me los han mostrado. El fútbol es estrategia, suerte y esfuerzo. Puesto que cualquier cosa puede pasar, quizá no se vuelva a mostrar estas apologías en muchos años.
El Real Madrid, un equipo que a opinión personal no suele gustarme, bailó con la más fea… ¡Y de qué manera! La ida estuvo muy igualada, pero siempre tirando más para el lado blanco. Los alemanes se las prometían felices en su casa.
Se habló de incendios, de llamas, de infierno… De tantas cosas se hablaron. Por la boca muere el pez, y en este caso, murió Pep Guardiola. El estratega catalán que tantos años dorados regaló al club blaugrana fue barrido por Carlos. El tiki-taka ha pasado a mejor vida.
Recordemos que los años van pasando. Los movimientos de juego se reutilizan, pero también se buscan revulsivos. El Pep Team inició sus andadas por el 2009, heredando un juego de toque de su antecesor… Es decir, un modo de juego con más de un lustro de utilización.
Esto, sumado a las ganas de los madrileños, su juego, su furia, sus ansias de acariciar la décima… Pobre Pepito. La verdad, no vi al entrenador de hace unos años. Contemplé un Bayern noqueado por dos goles seguidos y una grada que se empezó a apagar antes del primer tiempo.
Por otro lado nos encontramos al equipo colchonero. Otro maestro del silencio, puesto que la prensa no le hace eco pero él sigue a lo suyo, poco a poco se abre paso… ¡Oye! Se plantó en la final de la Champions.
Muchos decían… Muchos comentaban… Y cómo se callan… Primero fue la fase de grupos donde sobrevivió. Luego el todopoderoso Milán. El Tata Martino los intentó frenar. Mourinho les jugó con su misma moneda pero… Abracadabra, aquí seguimos.
No son pocos los que ven favoritos al Real Madrid para llevarse el gato al agua en Lisboa. No son pocos los que desean que el Atlético de Madrid levante la Copa. Luis Aragonés mira desde el cielo.
Por otro lado, en la competición fea. El Valencia y el Sevilla se disputaban a muerte sus respectivos pases, una vez más. Ahora era un apoteósico duelo entre titanes españoles. Para no variar, la gente necesitó desfibriladores hasta el último aliento del partido, cuando los sevillistas dijeron; “aún no”.
Se verán las caras con el Benfica. Palop y Puerta empujaron el cabezazo de M Ba contra las mallas de Diego Alves. Ahora se verá si los acompañan hasta Turín. ¿Quién iba a decir que el Sevilla jugaría otra final de la UEFA en tan poco tiempo?
Cuatro equipos quedan vivos en Europa. Tres equipos son españoles, todo un honor. Una prueba más que corrobora lo siguiente. La liga española no es que sea mala, si no que el Real Madrid y el Barcelona reman de manera desmesurada.
Estamos en una transición, ¿o no? El año que viene nos veremos a tres equipos, o más, disputándose el título liguero, ¿o no? Ojalá las empresas que invierten sus cantidades indignantes de dinero no repercuta negativamente en el bien de la competición.
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