Sociedad confundida

Somos como meros animales de jaula, nos creemos los más limpios, los más sabios y los más inteligentes.

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Cuántas veces he visto por la calle letreros de tiendas y negocios intentando venderse lo mejor posible. Cuantas veces habré visto yo por la calle a los trabajadores de las vías públicas intentando hacer lo mejor posible su trabajo. ¡Cuántas veces habré escuchado que saldremos de la crisis!

Ahora bien, todo es muy bello escrito por las redes sociales, nuestro interior grita otra cosa. Nuestras miras no van más allá de nuestras propias narices, nuestros deseos es nuestro puro egoísmo, queremos luchar contra lo que nos echen, y si podemos acabar con el de al lado mejor para uno. En la sociedad de hoy en día los medios están justificados por el fin, nuestro fin.

Son malos tiempos, eso no quiere decir que todo vale para tener el pan. Me explico, los de arriba nos ponen la dificultad alta para adquirir el pan para llevarnos a la boca, ¿es necesario torpedear al que tengo en frente para que uno se lleve más?

No es razón de bien el que uno coloque un negocio del mismo tipo al lado de otro que ya estaba. Eso es como aislarse en una isla desierta y que uno de los dos se pegue un tiro para sobrevivir.

Tampoco veo bien como los negocios grandes se encaran con los chicos. Inclusive si no tiene nada que ver con lo que comercian. La vida no es dura, nosotros nos la hacemos así. Tenemos el don de la palabra y algunos lo usan con demasía. Las palabras a veces hacen más que los hechos, y como en el mar, el pez chico es comido por el pez grande.

No toda la mierda, hablando en plata, está en la misma calle, si no de puertas para adentro. El empresario que monta una cadena de franquicias y mira para su propio bien. ¿Realmente tenemos claro ese concepto? Interesa vender, sin mirar a quien le vende. Da igual quien haya apostado por mi nombre, lo importante es que mi producto esté en movimiento.

La lucha es complicada y nos ponemos zancadillas los unos a los otros. Y no solo dentro del mundillo del comerciante, en cualquier cosa que hagas encontrarás competencia, pocas amistades y muchas amenazas por intentar sobreponerte a tu compañero. Bueno, corrijo esa última palabra, enemigo.

Una cosa es cierta, es difícil que nuestros representantes cambien se unan y remen juntos hacia una dirección, cuando el pueblo es el primero que está desunido, descorazonado y es una guerra constante todos a por todos. Sinceramente, es otra manera de hacer la guerra.

Somos como meros animales de jaula, nos creemos los más limpios, los más sabios y los más inteligentes. Cuando realmente lo único que hacemos es tirar la mierda a fuera de nuestros dominios disimuladamente. Lamentable, pero cierto.

Ya para terminar, lo que realmente me llama la atención, y me provoca algo de risa, es que encima, en este mundillo de la venta legal callejera, se crean asociaciones para demostrar que están unidos…

Obviamente a cambio de un módico precio, y me da igual que te estés hundiendo, que acabes de empezar, que te hayas equivocado y te estés arruinando con una familia a la espalda… Sin dinero no hay ayuda. ¿No es por eso por lo que se pide ayuda? Porque no se tiene dinero, porque no se sabe de ciertas cosas, porque no te conoce ni el tato y no tienes con qué publicitarte en las calles…

Sin embargo, la culpa de nuestros males la tendrá, solo y exclusivamente, el gobierno. Tampoco estoy diciendo que nos quitemos de comer para que coman otros. Pero bajar la ración para ayudar a otros, quizás no sea tan negativo.

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