Uno se va apuntando en un cuaderno los fallos, las cosas a nombrar, sobre su increíble ciudad, y puedo asegurar, que tras dos partes aún me quedan cosas por desdeñar de ella. Sé que he mentado mucho, pero oye, no me lo ponen fácil tampoco para que deje de hacerlo.
Tirando de hemeroteca, vi artículos de opinión del personal de este mismo diario donde en el primer año de gobierno del PPA ya estaban dándole guerra a destajo a través de las palabras escritas. Para mi punto de vista, a mí me están resultando igual que un capítulo de la serie “Once upon a time”; enigmáticos al principio, igual que todos entremedio y alocados al final. Lo último aún está por ver, no obstante, recordad mis palabras cuando quede un año para las elecciones.
Otra manía que hay que achacarle a nuestro Alcalde es, como si de un pequeñajo entrañable se tratase, que las cosas que se inician se deben terminar. Es que no hay dinero, es que ahora la empresa tal, es que es del anterior gobierno y yo no lo quería aunque estaba dentro del mismo… Palabrerías y poca planificación ante los posibles imprevistos al reparar algún edificio emblemático. Siempre hay que tener un fondo preparado por si las moscas. Asimismo, igual que se respeta a los seguidores de Camarón, desviviéndose por él en toda zona de San Fernando, sumamos su casa ahora; cueste lo que nos cueste; creo yo que el castillo de San Romualdo se merece sus remates finales. Ahora bien, ¿estoy de acuerdo con el crimen histórico que le han hecho a la construcción? Para nada, pero al menos que lo finalicen.
Por favor, representantes de los ciudadanos, ¿qué propósito buscan echándole la culpa de todo constantemente a la Junta de Andalucía? ¿Generar odio hacia el PSOE o IU? ¿Crear fanáticos en la red? ¿Hacer creer que San Fernando es la ovejita negra de todo el territorio andaluz? Esta tontería me recuerda a las típicas discusiones entre exparejas amargadas que viven con el resentimiento de por vida. Además, recuerdo una gran carta de presentación comentando que al ser también el mandamás en la Delegación de Cádiz nos veríamos beneficiados… Hipocresía en estado puro.
No obstante, no quiero tocar más el tema de nuestro gobierno, porque lo que demuestran sus ciudadanos son ganas de cachondeo y de liarla parda. Entre que tenemos dos ferias, porque sí, y las verbenas que montan las AAVV de la isla con tanto desparpajo… ¿Pues qué queréis que os diga? Aquí todos protestando porque no hay trabajo y nosotros gastando dinero en fiestas cuando harían falta algún que otro vigilante de barrio para ayudar a nuestra escasa policía. El ayuntamiento no se va a meter en los chiringuitos que los vecinos tienen montado; a excepción de AAVV como “El Pino” y poquitas más; son muchas imitaciones de bares y salones de juegos por desmontar.
En definitiva, tras tres partes de esta increíble ciudad sacamos en claro varias cosas. Por un lado, la ciudad está plagada de problemas, de proyectos sin terminar y de mucha basura en un gobierno que hacen las cosas “por lo civil, o por lo criminal”, emulando a Eduardo Inda.
Tampoco los ciudadanos están salvados de crítica. Nos robaron en nuestras propias narices y nos movimos un ratico, sacando después tres escaños el PA. En el hospital vuelve a pasar lo mismo, en Navantia nos las comemos con patatas, los jóvenes tampoco deberíamos de callarnos mucho con unos horarios en la Casa de la Juventud y en las bibliotecas que es de risa. Pero claro, aquí, o nos movemos por intereses propios, o que le den al prójimo.
Esta vez sí voy a poner punto y final a esta trilogía de críticas y opiniones tan surtida de variedad, que al final se convierte en saga y tendría más entregas que años de gobierno el PPA, ¡Dios nos libre de ello!
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