La radicalidad como solución

¿Hasta cuándo vamos a tener que soportar la guillotina económica, laboral y de derechos?

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Es curioso que uno de los personajes más ilustres y conocidos en la Revolución Francesa sea Maximilien Robespierre, uno de los políticos centristas con soluciones extremistas.

Debemos ponernos en situación para ojear objetivamente a este hombre. Un país dividido, atacado por las fronteras, en crisis, con procesos de cambios y muchas supresiones e innovaciones… Y sobre todo, una nueva forma de castigar, la guillotina. Cualquier parecido con la realidad actual es pura coincidencia.

Robespierre tomó cargo en la Asamblea Nacional y originó el llamado “Periodo del Terror” en 1793, que por suerte para algunos duró tan solo un año. Con ese título pensarán que sería algo malo, una etapa oscura para el país, así lo era. Sin embargo, Robespierre veía en el terror la verdadera y única solución para poder gobernar aceptablemente el país, veía el terror como la manera rápida y eficiente de aplicar la justicia.

Esto último me suena a cierto presidente de gobierno que lleva un año y poco más aplicando su “gobierno de terror”; cada vez que habla, un sector del país tiembla debido a sus gillotinazos, o recortes… Cualquiera que esté en su contra es el enemigo, y ese ser debe sufrir castigos públicos por atentar contra su ideal de Estado.

Igual que en el siglo XVIII Maximilien atacó y ajustició a todos los detractores que fueran contra su causa. Pasó por la guillotina a extremistas, campesinos, agricultores, políticos… Todo ser viviente que fuera, o el creyera, en su contra. Tantos murieron que los franceses se sintieron acostumbrados a ver la muerte todos los días.

Rajoy ha conseguido con su gobierno que los desahucios, los despidos y los recortes sean el pan de cada mañana. Al principio nos alborotábamos mucho y no nos lo podíamos creer… A la hora de comer vemos el telediario o leemos el periódico y suspiramos acostumbrados a escuchar lo de siempre. El día que sale una noticia positiva, casi hacemos una fiesta o no nos lo podemos creer… “España genera empleo” sería una frase muy épica… A día de hoy incierta.

Actualmente no puedes ir a la guillotina, pero si eres un político, o algún aburguesado, recibirás palabras públicas del PP tildándote de traidor que intenta desestabilizar al país. Sin embargo, si perteneces a la clase pobre, obreros y funcionarios bajos, una manada de antidisturbios te darán hasta en el carnet de conducir, y seguramente pasarás algún tiempo en el calabozo “por el bien de tu país”.

  Otra medida curiosa de la cúpula del PP y de Robespierre es la lucha por el idioma. Ambos querían “nacionalizar” la lengua. En el pasado, se quería eliminar cualquier símbolo o seña de invasiones que pudieran ir “contra” Francia. En España exactamente no sé qué se le pasa por la cabeza a Wert, o qué llegará a fumar este susodicho personaje.

En definitiva, tras un año donde miles de personas perdieron la cabeza, literalmente, y muchos otros cayeron abatidos por las revueltas. Un buen día, con una lista en secreto, Maximilien se presentó ante la Asamblea Nacional y comunicó que diría más nombres de personas traidoras a Francia que deberían ser ajusticiadas. Obviamente sus contrincantes políticos en la cámara y en la calle estaban algo tensos y ofuscados. Incluso gente que apoyaba en sus inicios a Robespierre temían por su vida. La pólvora estalló.

El político francés acabó en medio de una revuelta abatido y posteriormente llevado ante su instrumento de castigo favorito para sentir el filo en su cuello. Así se puso punto y final a este personaje histórico.

En la actualidad, ¿hasta cuándo vamos a tener que soportar la guillotina económica, laboral y de derechos? ¿Qué mas tiene que hacer el Señor Presidente para que España abogue por un respiro y diga: “hay otras alternativas”?

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