L leva ya un tiempo en San Fernando la Feria Mágica y Esotérica, varios días en los que los ciudadanos han podido visitar una pequeña hilera de stands. Bueno, corrijo, una pequeña hilera de stands medio abiertos y medio cerrados. Es curioso como se ve claramente el nivel de respeto y seguimiento de estas creencias, como se vive más la pasión por el cristianismo o bien se defiende una visión atea del universo que nos rodea. O eres de uno, o eres de otro, en La Isla no caben más.
No es la primera vez, ni será la última, que andando en ese eventillo, puesto que uno se siente muy a gusto entre esas personas, unos “respetables” soltaron comentarios ofensivos contra esa gente. Del mismo modo que día a día se murmura o se critica por la espalda a personas que van de puerta en puerta predicando otras palabras diferentes a las acostumbradas en clase. Luego pediremos respeto y consideración con las procesiones de Semana Santa.
Nos enclaustran desde pequeños en la fe verdadera, raro es del compañero que se iba de clase a la hora de “alternativa”, y aunque Cristo daba un mensaje de respeto y consideración, la Biblia y la mayoría de profesores católicos imparten una soberanía cristiana tremenda en referencia contra las demás. ¿Es eso justo?
Solamente me hace gracia ver el bombo que se le ha dado a esta actividad de mercado alternativo y las pocas tiendas que se han atrevido a venir. Creedme cuando os digo que esto no os hace malas personas, puesto que te puede gustar o no, pero no respetarlas no te hace mejor tampoco.
Por otro lado, pasará el tiempo y nos tiraremos de los pelos cuando la gente critique que la Semana Santa corta muchas calles, las ensucia de cera, se gastan dinero público en las imágenes y multitudes de críticas lógicas y obvias contra una festividad que se supone que no representa a un estado laico. Ojo, que pongo de ejemplo esta festividad porque es la más grande y clara en todo el país, no porque esté en contra de ese dogma.
Yo respeto cualquier religión y opino que realmente todo es una energía denominada de diferentes formas. Puedo estar a favor o a disgusto con ciertas leyes de fe, con tradiciones eclesiásticas, o con comportamientos de algunos líderes, pero poco más. Si eres feliz y te sientes completo con lo que crees y practicas, ¿por qué deben criticarte? Pues ya sabes, no maldigas cosas que después tú hagas casi semejantes.
La fe es algo muy grande y muy subjetiva, cada persona es un mundo y puede interpretar una misma doctrina de distintas formas, y ninguna de ella estaría errada. El problema está cuando distintos credos se encuentran y se intentan sobreponer uno por encima de otro. Uno dice llegar a la verdad y acusa al contrario de ser mentira. ¿Por qué?
Para mí no hay nada más pagano que el ritual de San Juan, y tiene nombre de santo. Llamamos hoy en día a Santa Bárbara, que representa a la guerra, como los que siguen hoy en día a Marte o a Atenea. ¿Dios, Yahvé o Alá? ¿Por qué debe de existir un correcto y los demás incorrectos?
Del mismo modo que apelo al respeto mutuo entre los que creen, lo mismo opino con los que se desentienden de este mundo o apoyan sus teorías en la ciencia. La respuesta puede ser una, o tener muchas caras.
Aún con todo esto, y con la que está cayendo, creo que es más importante debatir por otros temas del panorama nacional, que por lo que uno crea. No malgastemos el tiempo malmetiendo en lo que cree el vecino, y preocupémonos de que a nuestra mesa llegue el pan que nos alimente a nosotros o a nuestra familia.
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