La pintora leridana Chedes Suñé será a partir de este próximo viernes, 26 de diciembre, protagonista de la escena cultural de la Costa del Sol con una exposición en el Palacio de Congresos de Torremolinos. Bajo el título ‘El Cuadro de la Vida’, la autora presenta un compendio de su prolífica trayectoria creativa y de exposiciones, tanto colectivas como individuales, en salas públicas y privadas andaluzas y catalanas.
La exposición es la más ambiciosa de la artista por volumen de cuadros a exposición, y probablemente se trate de la exposición monográfica de una artista más voluminosa realizada en la Costa del Sol. Un total de 120, óleos sobre lienzo y una selección de acrílicos pintados con la técnica de la espátula y mixta, forman el catálogo de obras.
La artista regresa al Palacio de Congresos y Exposiciones de Torremolinos cinco años después de su última exposición en este mismo escenario.
‘El Cuadro de la Vida’ se inaugura a las 19’00 horas de este viernes, 26 de diciembre. La exposición se prolongará hasta el 10 de enero, y podrá visitarse en horario de 10’30 a 13’30 y de 17’00 a 20’00 horas.
Suñé curso estudios de Magisterio en su ciudad natal, y amplió sus conocimientos en la Universidad de La Sorbona (París). Su afición por las artes en general, y por la pintura en particular, la llevó a ingresar en la Escuela de Artes y Oficios de Málaga donde comenzó el proceso de perfeccionamiento y depuración de su técnica.
La artista expuso por primera vez en 1986. Desde entonces hasta esta parte, sus obras han colgado en la Galería Dot (Fuengirola), el Museo de Málaga, las Salas de Exposiciones y de Arte de los ayuntamientos de Torremolinos y Marbella y en el Castillo de Lérida, entre otras múltiples salas.
Las obras que forman la exposición abarcan la producción pictórica de la artista de los últimos años. Paisajes, bodegones, obras figurativas y lienzos que recogen los reflejos de los distintos países que ha recorrido durante los últimos años, como la India, Japón o China integran el catálogo de obras que destacan por la explosión colorista.
En palabras de Carlos Pérez San Emeterio, “Chedes nunca deja de crear colores allá en su mundo interior, lleno de jardines y geometrías; ni de lanzar nuevos arcos hacia el infinito, al encuentro de alguna centella de luz”. La obra de Suñé despierta “el latido del lienzo”.
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