Torremolinos

El Museo de Bellas Artes, Histórico y de Costumbres Populares de Torremolinos sin apoyo de la oposición

PSOE e IU se abstuvieron en la votación de una moción que pretendía solemnizar la creación de la referida infraestructura cultural

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Los grupos de la oposición municipal, PSOE e IU, no apoyan la creación del Museo de Bellas Artes, Histórico y de Costumbres Populares de Torremolinos, como quedó acreditado hoy durante la sesión plenaria de la Corporación, cuando los ediles de ambas representaciones se abstuvieron en la votación de una moción que, precisamente, pretendía de alguna forma solemnizar la creación de la referida infraestructura cultural, además de favorecer su promoción mediante la petición formal de inclusión del nuevo Museo en el Sistema Andaluz de Museos de la Junta de Andalucía.

 

Para Félix Martín (IU), al margen de la reclamación de más documentación sobre este proyecto, la ejecución del Museo “es un despilfarro” y, en tono irónico, propuso incluso que el mismo se convirtiera en el continente de una amplia exposición de los supuestos casos de corrupción que habrían salpicado la actualidad española en los últimos años.

 

Claro que en su listado de posibles ejemplos de corruptelas se olvidó de citar, entre otros, los casos de Manilva o los ERE, algo que ya se encargó de recordarle Ramón del Cid (PP).

 

José Ortiz (PSOE) también hizo referencia a “falta de detalle y de rigor” en la tramitación y ejecución de este proyecto que, recordó, “lleva tres años de retraso”.

 

Frente a estas críticas, Ramón del Cid (PP) explicó que el detalle formal en lo que respecta a documentación se remitirá en el momento oportuno a la Junta de Andalucía y, por su parte, el alcalde dijo mostrarse “sorprendido” por la postura del PSOE, contraria a la creación de este Museo, aunque recordó también que este mismo partido ya se opuso a la construcción del Auditórium Municipal “Príncipe de Asturias”.

 

Pedro Fernández Montes señaló también que “Torremolinos cuenta con restos arqueológicos muy importantes” y criticó que “el PSOE siempre recurra a los tópicos”, desacreditando la propuesta de Ortiz de crear esa infraestructura en la casa de María Barrabino, no ya sólo por el pésimo estado del inmueble y su condición de propiedad privada sino, sobre todo, por sus dimensiones, como mucho 250 metros cuadrados, inservibles para una instalación de este tipo y, desde luego, casi ridículos frente a los más de 4.000 metros de que dispondrá el nuevo recinto expositivo.

 

Fue uno de los asuntos relevantes de una sesión en la que el Pleno, esta vez con la abstención del PSOE y el voto contrario de IU, es decir con el exclusivo respaldo del Grupo del PP, también dio “luz verde” a la nueva Ordenanza Fiscal número 61, Reguladora del Precio Público por la Celebración de Bodas Civiles en Dependencias del Ayuntamiento de Torremolinos, que establece la total gratuidad para los vecinos empadronados que, como hasta ahora, decidan celebrar su enlace en el propio Ayuntamiento, y el pago de 100 euros, que serán 300 para los no empadronados, en el caso de que los contrayentes elijan que la ceremonia tenga como escenario la Casa de los Navaja, una vez concluida su remodelación de este inmueble.

 

El debate del siguiente punto del Orden del Día, relativo a una adenda introducida a la Ordenanza Fiscal número 17, Reguladora de la Tasa de Aprovechamiento Especial del Dominio Público con Mesas, veladores, Sillas, Expositores, tablados, Plataformas o Elementos Análogos, suscitó un intenso intercambio de opiniones sobre el comercio, entendido de forma global.

 

En este punto el PSOE acusó al Equipo de Gobierno de “discrecionalidad en la aplicación de la norma”, y Ramón del Cid (PP) dejó sentada la escrupulosidad en el cumplimiento de la ley, negando que, por mor de esta norma, Calle San Miguel, como se apuntó, pudiera sufrir algún tipo de deterioro estético o de movilidad, además de recordar que fue precisamente el PSOE el que, en su momento, decidió colocar papeleras justo en el centro de la calle, que finalmente hubieron de ser retiradas y recolocadas en los puntos actuales.

 

En un sentido amplio, en respuesta al portavoz socialista, José Ortiz, el alcalde rechazó las críticas permanentes al municipio y, después de recriminar la escasa colaboración del PSOE para que lleguen a Torremolinos nuevas  inversiones privadas, afirmó que “el Ayuntamiento no puede impedir que, por razones estratégicas generales de empresa, ZARA decida cerrar su tienda, pero ustedes aún me sorprenden más cuando se han opuesto y critican el establecimiento en la ciudad de una nueva firma que ha permitido la contratación de 50 personas, la mayoría de ellas de Torremolinos. No les entiendo”, concluyó Pedro Fernández Montes

 

Por último, ya en el capítulo de Ruegos y Preguntas, el destinatario del “chaparrón” de la mañana fue el concejal socialista Pedro Pérez, a quien Ramón del Cid (PP) eligió como destinatario de un argumentado “repaso” concerniente a una denuncia pertinaz promovida en su momento por el edil, en la que acusaba al Equipo de Gobierno de supuestamente incumplir un buen puñado de leyes en un parque de juegos infantil situado en Montemar Alto.

 

El caso es que, en su momento, Pedro Pérez, además de dirigirse al Defensor del Menor, acusó a un técnico de Urbanismo de no haber realizado correctamente un informe sobre el estado de esa instalación infantil, exigiendo el cese inmediato de dicho técnico o, en su caso, el del concejal del Área, Pedro García Díaz-Guerra.

 

El primer teniente de alcalde y portavoz del PP, Ramón del Cid, realizó un minucioso relato de los “dardos envenenados” con los que en su momento  pretendió Pedro Pérez acosar al Equipo de Gobierno, llevando además el asunto a los medios de comunicación.

 

Tras la lectura de algunos párrafos del informe emitido sobre el asunto por el Defensor del Menor, Ramón del Cid dejó en clara evidencia al concejal socialista, a quien incluso sugirió, en justa correspondencia con su rotundidad cuando exigió la renuncia del técnico de Urbanismo y el concejal de Obras, que dejara su puesto, “y ello –dijo-, después de pedir disculpas”.

 

En definitiva, que el parque infantil no sólo no estaba tan mal, sino que, según el Defensor del Menor, la valoración sobre el estado de conservación del mismo es “favorable”, de tal forma que, sin duda, no fue el mejor día para Pedro Pérez, quien probablemente vivió una de las peores jornadas de las sufridas en su trayectoria política.

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