Cuando parecía que el camino más allanado estaba para levantar la Copa del Rey, apareció Jimbee Cartagena para arrebatarle el sueño al Jaén Paraíso Interior. En Sevilla cayó un jarro de agua fría para los jiennenses y una marea amarilla que inundó las plantas de la Giralda en esta final a cuatro donde optaban al título el Real Betis, Peñíscola, Jaén Paraíso Interior y su verdugo, Jimbee Cartagena.
Se resiste la Copa del Rey a los jiennenses, y es que eran cinco los intentos los probados por los de Dani Rodríguez en esta competición. Otra vez quedó un sabor amargo en la boca del Jaén Paraíso Interior, y esta vez fue con un desenlace de película de terror, con un tanto del adversario a 6.6 segundos del final.
Las gradas de San Pablo se tiñeron de amarillo gracias a la asistencia masiva de la mejor afición del mundo. No fue suficiente el aliento de la marea amarilla para jugar la gran final de este torneo ante un Real Betis que derrotaba al conjunto castellonense en la otra final.
Con el balón ya rodando, era Jimbee Cartagena el cuadro que pretendió manejar la batuta del duelo durante los primeros compases, aunque sin generar grandes ocasiones de peligro sobre la portería de Espíndola. Jaén FS, mientras tanto, se replegaba atrás y buscaba envíos de su portero a Mati Rosa o Alan Brandi, teniendo muchas dificultades para salir manejando la pelota.
Esa incomodidad del Jaén Paraíso Interior se extendería algunos minutos, hasta sacudirse el cuadro jiennense ese dominio del equipo que actuaba como visitante. De hecho, al superar el ecuador del primer asalto, los pupilos de Dani Rodríguez contaron con alguna aproximación de peligro, como una que tuvo Renato a los 14 minutos.
Parece que esa despertó a Jimbee Cartagena, y es que un minuto después inauguró el luminoso con un tanto de Pablo Ramírez. Este recibió un envío desde la esquina, y Chino no alcanzó a despejar. Así, Ramírez controló el balón y batió por bajo a un Espíndola clave un partido más.
Con el varapalo, el equipo andaluz tuvo que subir una marcha más, y agotó posibilidades antes de alcanzar al descanso. Lo hizo con un rosario de ocasiones que se quedaron sin el premio del gol. Mati Rosa en dos llegadas, César, Alan Brandi o Espíndola probaron fortuna sin éxito antes de escuchar la bocina.
Segundo asalto
A la vuelta de vestuarios, era Jaén Paraíso Interior el equipo que pretendía continuar con la dinámica de los últimos instantes del primer tiempo, pero el equipo de Duda jugó sus cartas con inteligencia y planteó un duelo mucho más atascado, propicio para mantener el 0-1.
En ese intento de embarrar la cancha, las faltas fueron acumulándose en el contador del equipo cartagenero. De hecho, con 12:42 minutos por jugar, Jimbee Cartagena ya acumulaba cinco faltas y jugaba en el filo de la navaja. Con ese hándicap a favor de los lagartos, el Jaén FS volvió a volcar la pista hacia la jaula de Chemi, aunque sin acumular grandes oportunidades, y es que los de Dani Rodríguez parecía que buscaban más la sexta falta que el gol.
Ante esa complicación, Dani Rodríguez tuvo que cambiar el guion, para, ahora, buscar un juego mucho más vertical sobre la portería de un Chemi imperial bajo los palos. El que, a posteriori, se convertiría en hombre del partido salvó a los suyos de varios acercamientos de mayúsculo peligro en botas de jugadores amarillos.
Se agotaba el tiempo, y Dani Rodríguez tuvo que vestir se rosa a Míchel. A falta de 2:50 para la conclusión, Míchel vestía la camiseta de portero jugador, y diez segundos después tuvo efecto esa acción de riesgo. Mati Rosa puso a celebrar el Palacio de Deportes de San Pablo con un disparo colocado al primer palo. El portero de Jimbee estaba pendiente de Míchel, que podía recibir a placer, y ese hueco fue aprovechado por el argentino.
Duda respondió al empate jugando con cinco hombres de ataque para tener el control en los últimos segundos. Jaén, mientras tanto, esperaba alguna falta de Jimbee Cartagena para buscar el doble penalti. En esos momentos de especulación, cuando todo parecía que se resolvería en tanda de penaltis, llegó el jarro de agua fría. A 6.6 segundos, Motta, que vestía la elástica de portero jugador, remató en el segundo palo a placer, colocando el 1-2 definitivo en el marcador.
Lo intentó el Jaén FS a la desesperada, buscando un milagro, pero ya no era posible. Así, se llegó al final de esta semifinal, con un desenlace injusto y doloroso para un equipo que ya piensa en levantar el título de liga avanzando en unos complejos play off.
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