Las noticias de la semana, bajo mi punto de vista personal y transferible, no tienen nada que ver con el 1 de octubre. La semana comenzó en el Centro de Mediación, Arbitraje y Conciliación de la Junta de Andalucía.
La hija de una buena amiga, socorrista en una instalación de importancia estival y con contrato veraniego, tuvo que acudir a este organismo tras sufrir un esguince de rodilla a dos horas del término de la jornada laboral.
Tras dos horas esperando que algún compañero terminara de trabajar para que la llevaran al hospital, comenzó su recuperación con una mutua contratada por la empresa subcontratada para el servicio de socorrismo y tras el alta no pudo incorporarse, entre otras cuestiones porque el día del accidente fue despedida sin previo aviso.
Así, sin más. Y ahí quedó todo, la empresa no se presentó a la cita y, ahora, si la afectada quiere que denuncie.
En un famoso hotel portuense, despiden a un trabajador con 54 años por no realizar un trabajo para el que no está contratado. Así, tal cual.
En los últimos años, estamos acostumbrados, por culpa de la que está cayendo, a realizar tareas que no corresponden a la actividad por la que las empresas pagan y contratan.
Así vemos, día a día, a auxiliares de los auxiliares técnicos realizando funciones de técnicos, pero cobrando como becarios.
Pasta que se ahorran los empresarios. También vemos a técnicos que, por el mismo sueldo, hacen el trabajo de personal de la limpieza, camareras de pisos, metres, etc.
También se ahorran pasta, no tienen que contratar a más personal. Si no aceptas las condiciones, ya sabes. Ambos casos son reales.
Estas dos cuestiones no son noticias, dos informaciones que no saldrán en los informativos, en ningún centenario de pago o de saldo y esquina.
En su inmensa mayoría, estarán dorando píldoras, obviando realidades, o simplemente destacando el “a por ellos”.
El 1 de octubre no es un problema para Andalucía, por más que se empeñen en utilizarnos como arietes contra catalanes o vascos. Los problemas de Andalucía comenzarán el día 2.
Porque seguiremos con la precariedad laboral, porque los presupuestos estatales para 2018 no tendrán en cuenta las necesidades de infraestructuras para Almería, campo de Gibraltar o Granada, porque se han empeñado en que esta tierra no avance y porque aquí, despojados de todo y con la pobreza asumida, lo importante es sentirse líderes en algo, aunque sea en el mundo del deporte, bien a través del fútbol, de Nadal, del tiro con arco.
Porque ahí somos los mejores, “A por ellos”.
Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es
