To er mundo e güeno

Amor, con amor se paga

Es preciso ser responsable y honesto. Una cosa es defender las ideas y un programa político, y otra bien distinta es tener que devolver favores

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Les insto a que también la apliquen a los inquilinos de viviendas municipales de Suvipuerto, ya que la posibilidad de bonificaciones o exenciones ofrece más seguridad para los vecinos que la solución hasta ahora apuntada de subvenciones condicionadas a disponibilidad de los presupuestos municipales”, declaraciones de David de la Encina el verano de 2014.

Con una asombrosa y plausible coherencia, la Junta de Gobierno, presidida por De la Encina la semana pasada, aprobó otorgar subvenciones a algunos inquilinos de las viviendas municipales, que no sociales, para que puedan abonar el IBI. Subvenciones, no bonificaciones o exenciones, como exigía desde la oposición el todavía alcalde. ¡Memoria selectiva, qué bien nos viene de vez en cuando!

“Sí se puede, sí se puede”. Efectivamente se puede, se puede mentir, pero te pueden pillar, y si te pillan quedas nuevamente regulá na má. Las campañas electorales no tienen fin y el ámbito político está sobrepasado en cuanto a la comunicación, tanto es así, que las redes sociales se han convertido en un carrusel informativo –minuto y resultado- en el que los principales actores se ven en la necesidad de contar “su verdad, sus compromisos, sus ideas y su particular si yo fuera alcalde…puff”. Pero quedan retratados como es el caso, porque todo queda ahí.

Es preciso ser responsable y honesto. Una cosa es defender las ideas y un programa político, y otra bien distinta es tener que devolver favores a los que se manifestaban en la puerta del ayuntamiento con dinero que no es tuyo, y lo que es peor, a unos sí y a otros no.

¿Sólo se subvencionan a los inquilinos de las viviendas municipales? ¿Qué pasa con los inquilinos de las viviendas de la Junta de Andalucía?

El propio Consejo Consultivo de Andalucía emitió un dictamen el 21 de febrero de 2014 señalando que Suvipuerto está obligado a repercutir el IBI a los inquilinos y que, teniendo en cuenta las características sociales, se puede bonificar hasta en un 95% la cuota del IBI, prevista en la Ley Reguladora de las Haciendas Locales, artículo 74.2.

Por tanto, si los que están en el gobierno no bonifican a los inquilinos y, en cambio, otorgan subvenciones, ¿no hay circunstancias sociales que avalen la bonificación contemplada en la ley? ¿Y qué dice Levantemos e IU de este tipo de políticas subsidiarias que parece más bien el agradecimiento a tanta pancarta? ¿No criticaban a Susana Díaz por este tipo de políticas? Como diría mi amigo Luismi: “Amor, con amor se paga”.

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