En los últimos años, este fenómeno llamado Internet lo está devorando todo, redireccionando una inabarcable gama de negocios, y castigando severamente a muchos de esos otros que vivían del contacto directo con el cliente, del “cara a cara”. En nuestro país, la Quiniela está cediendo claramente a las apuestas online y la modificación del calendario de partidos de La Liga. La recaudación ha caído más del 50% en las últimas ocho temporadas. Merece especial mención la primera razón: el dinamismo de las apuestas en Internet.
No se aporta una novedad desconocida, ni prácticamente tan siquiera para los profanos en la materia, al aportar que el mundo del juego ha cambiado de forma ostensible desde que esta plataforma digital irrumpiera con tal fuerza a finales del siglo pasado, continuándose esta tendencia de crecimiento cada año, y hasta nuestros días. No imaginamos un futuro sin Internet por el momento, por lo que, tendremos que acostumbrarnos a estar familiarizado con él, más allá de fines estrictamente relacionados con nuestro ocio. Esto es lo que deben de haber pensado multitud de usuarios que, llamados por el boom de todo lo online, se han incorporado al carro de las apuestas online, en detrimento de otras modalidades tradicionales y clásicas, que nos han acompañado “toda la vida”, como es el caso del Quinigol, y sobre todo, de la mítica Quiniela, que están sintiendo en sus carnes este imparable fenómeno que es ya hoy en día la red. Las apuestas online están absorbiendo el mercado con sus pronósticos y apuestas en casa nacionales. Hasta el punto que la recuadación de la Quiniela en la temporada 2015/2016 es un 51,8% inferior respecto a la temporada 2008/2009, según Loterías y Apuestas del Estado.
Desde luego, y ello no deja muy bien parado a las apuestas tradicionales, es bastante cómodo realizar cábalas desde casa, simplemente haciendo uso de nuestros datos bancarios y de un aparato electrónico personal, como puede ser nuestro teléfono móvil, un ordenador clásico, o el “moderno” iPad. Esto agiliza tremendamente los trámites, y supone sin duda un aspecto muy favorable para la modalidad online en las apuestas.
En el último cuatrimestre del año pasado (2016), y en lo referente a la distribución del juego y la evolución de las cantidades jugadas, las Apuestas Online coparon el 43,82 % del total de segmentos. En estos, están incluidas otras modalidades de juego online, también gozando de gran salud, como los casinos y el póquer principalmente, y luego otros como el bingo o los concursos.
Con respecto a idéntico trimestre del 2016, el segmento de apuestas experimentó en este periodo un incremento en términos de cantidades jugadas (7,70%), y GGR (30,60%), para un total de 1.276,48 millones de € que se movieron.
Este esperanzador porvenir choca con la conjetura de las citadas modalidades clásicas para jugar. La Quiniela es un juego clásico en la sociedad española ya que genera la ilusión de ganar el bote, como ocurrió el pasado año en Ayamonte. En el caso de, cuyos límites se van estrechando a una velocidad ciertamente considerable, reseñar que sus datos de participación, recaudación y premios están bajando desde hace al menos una década.
Únicamente los más optimistas, enamorados de las tradiciones, y reacios al cambio pueden considerar que la batalla no es desfavorable. Si bien nunca se sabe a ciencia cierta qué puede llegar a deparar el destino. La Quiniela es más rígida, e incorpora partidos que no interesan excesivamente al jugador de perfil medio, que contempla como más oportuno seguir a su equipo, o, como mucho, a los de la Liga.
Eso, por no hacer mención a que es más asequible acertar un resultado que diez…
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