La Escuela Internacional de Flamenco 'Manolete' recibe cada año a más de 2.000 estudiantes y profesionales que aprenden el duende en un escenario del Sacromonte con vistas a la Alhambra que en verano acoge las cases magistrales de artistas como 'Farruquito', Antonio 'El Pipa' o Manuela Carrasco.
El coreógrafo y bailaor Manolete -Manuel Santiago Maya- aprendió a moverse poseído del duende flamenco con grandes de su generación como Antonio Gades o Mario Maya y tras triunfar en Japón cosechó grandes éxitos en la década de los ochenta como artista invitado del Ballet Nacional de España.
Sorprendió como primer bailarín en el espectáculo Macama Jonda -donde fraguó la farruca como credencial personal- y decidió volver a casa, al Sacromonte granadino, para compartir su arte con profesionales y con los que sueñan con serlo.
El maestro dirige desde hace cuatro años la Escuela Internacional de Flamenco 'Manolete', un templo de este arte al que peregrinan cada año alumnos de Japón, Rusia, Holanda, Egipto o Sudamérica con ganas de empaparse de la esencia flamenca.
"Llegan alumnos de cualquier rincón del mundo. Aunque en Andalucía se tiene el duende, tocamos y bailamos desde niños y lo llevamos dentro, si tienes corazón y quieres aprender, lo consigues", ha explicado a Efe Manolete.
Su escuela suena a tablao flamenco, a taconeo, a palmas por fandangos y seguirillas, a prisas. Suena a trasnoches, a tradición, a crujir de tablas y guitarras rasgadas y al compás que marca Manolete con su inseparable bastón. Y suena en muchos idiomas.
Como el japonés en el que Manolete chapurrea con Nami Nishiyama, una nipona que este verano ha llegado hasta la colina del Sacromonte para perfeccionar su técnica tras cinco años de estudios en su país de origen porque "el flamenco es mi vida".
A la formación constante del curso se suma en verano un cartel de invitados de lujo y clases magistrales, como las que estos meses protagonizan 'Farruquito", Antonio 'El Pipa', Manuela Carrasco, Pastora Galván o Rafael Riqueni.
De lujo parece también el escenario, unas tablas junto a una enorme cristalera que sirve de marco a la imponente imagen de la Alhambra, un extra más para los alumnos de Manolete.
"Aquí se estudia de todo, pero mucho baile flamenco, y tienes el privilegio de aprender de maestros como Manolete, pero también de los invitados del verano", ha explicado uno de sus alumnos, Juan Montalbán.
Desde Almería ha llegado de "vacaciones" Juana María Pérez para perfeccionar y ampliar su formación académica "y avanzar con 'El Pipa' en las bulerías de Jerez, aunque volverá a final de verano para otros palos.
Antonio 'El Pipa' destaca la formación de la Escuela de Manolete, por la que pasa un alumnado variado, nacionales y extranjeros, que acuden a descubrir los estilos del flamenco porque "haberlos haylos".
"Manolete es un maestro, una referencia, y por eso es un placer estar en su casa y compartir lo que traigo de Jerez a un templo flamenco", ha detallado el bailaor, que apunta que el paisaje tiene "algo especial que ilusiona, apasiona y motiva muchísimo, a mi me ha motivado trabajar con estas vistas, esta luz y este entorno".
Manolete resalta que aunque el arte corre por las venas, "con seis meses de clase los alumnos se pueden llevar algo, lo básico de este arte".
La combinación de todos estos ingredientes convierten a la escuela de Manolete en un atractivo veraniego del que los alumnos se marcharán con lo básico del flamenco en sus maletas y una imagen de la Alhambra con mucho duende.
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