Estimada alcaldesa, todos los emprendimientos son inútiles cuando no sirven al objetivo inicial, y su equipo de gobierno los está acumulando; usted los está acumulando.
Aunque quizás usted y yo diferimos en los que deberían ser sus objetivos iniciales. Pongamos un ejemplo concreto. ¿Cuál era su objetivo inicial cuando repartió responsabilidades en su equipo de gobierno? ¿Poner a la persona más idónea en cada puesto? Usted ha puesto a Francisco Romero en el puesto de primer teniente de alcaldesa, Delegado del Área de Promoción de la Ciudad y del Área de Desarrollo Sostenible y delegado de Desarrollo Sostenible (Medio Ambiente, Energía y Eficiencia Energética, Alcantarillado y Depuración, Parques y Jardines, Agua y Gestión de Residuos y Limpieza). Copio literalmente de la web del ayuntamiento. Y yo le pregunto, señora Cavada, ¿usted se da vueltecitas por nuestros barrios y chequea un poco cómo va el tema de los jardines? ¿Usted puede mantener como responsable de Medio Ambiente a un señor que confiesa en pleno que no sabe quitar la mala hierba de los jardines si no es con glifosatos?
Cuando hay tanto por hacer y tanto mal hecho, ¿a usted no le hierve la sangre cada vez que ve a su primer teniente de alcaldesa echándose todas las fotos que puede y alguna más? ¿No debería dejarse de tanta aparición pública, que no es trabajo sino promoción personal, y ponerse a estudiar sobre sus competencias para no desarrollarlas con semejante incompetencia? Como si trabajase para el pueblo, vaya.
Yo creo que su proyecto de playa canina es inútil, señora Cavada, si entendemos que el objetivo era que las personas pudiesen llevar a sus perros a la playa sin perjuicio de estos mismos y de las otras personas. Yo por la calle no veo mucho dingo (ni ninguna hiena) ni ningún animal del desierto, alcaldesa. Ni en los barrios ni en la Calle Real, que entiendo que es lo que usted más pisa.
Entonces, le explico: lo que usted ha proyectado es un coto de arena tórrida para animales que sufren el calor tanto o más que nosotros, que no beben en botella como nosotros y que no saben hablar. Animales que se te mueren de un golpe de calor en un minuto y que no tienen permitido acceder al agua. Pero es que esto no es un fallo de novata; es que es el segundo año que lo hace. Entonces, pregunto, si usted no desea que este proyecto sea tachado de inútil, ¿nos puede explicar cuál era su objetivo inicial? ¿Limitar la población canina en la ciudad?
¿Desincentivar a la gente que quiere llevar a sus perros a la playa? ¿Gastar algún dinerillo que nos sobraba pero no sabía dónde meterlo?
Si ustedes, si nadie en el equipo de gobierno tiene la formación ni la experiencia adecuada en el puesto que usted les ha asignado, ¿no podrían al menos pedir ayuda? ¿No podrían aprender de las experiencias de otras ciudades donde sí se hacen cosas que funcionan?
Ustedes han comenzado un programa de esterilizar poblaciones de gatos porque salchicha. He dicho bien. Porque salchicha, ya que no le veo ninguna explicación lógica. Con los jardines más descuidados que uno pueda imaginarse, con solares y campos salvajes insertos en la ciudad, con una enorme, enorme, extensión de marisma rodeándonos, es decir, dentro de un paraíso para las ratas, usted da el visto bueno, motivada sabe Dios por qué, para ir limitando el crecimiento de nuestras poblaciones de gatos. Ellos sí saben hacer el trabajo.
Y digo yo, si tenía usted a mano el mejor remedio que existe en la Tierra contra las ratas, ¿cuál era el objetivo inicial que la motivó a reducir su población? ¿No verse obligada a poner una playa felina? ¿Salchicha? Yo se lo digo: usted está gobernando a golpes, a peticiones, a lloros, a medida que le llegan quejas, sin un plan, sin un proyecto, contando votos por asociaciones y barrios, intentando sacar rédito fotográfico de lo inútil y echando cuentas de sus aliados, que son pocos y cobardes, pero al menos aceptan salchicha como plan de choque.
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