Sindéresis

La riqueza

Os están engañando para que penséis que hay un enemigo donde solo hay alguien igual de manipulado.

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Voy a lanzar la pregunta a bocajarro: si la riqueza la producen los empresarios, ¿por qué explotan los recursos de otros países? ¿No sería más eficiente que se quedaran en su acristalada oficina de aire acondicionado, produciendo riqueza a solas y a espuertas?

l lenguaje es una herramienta del pensamiento y sirve también para dirigir el pensamiento. Decir que un país es más próspero en función de su PIB, es como decir que si meto los pies en el congelador y la cabeza en el horno, mi cuerpo está a una temperatura adecuada, porque, ¿dónde acaban los rendimientos de ese PIB? ¿Acaso no sería el mismo PIB si el sueldo de todos los trabajadores se redujese de la noche a la mañana en un 50 % y esa reducción la percibiesen sus empleadores?

Que no sude nadie; todo esto son preguntas retóricas.

El empresario gestiona la actividad y recoge beneficios, no los produce. Esto no quiere decir que yo esté en contra de la figura del empresario, ni muchísimo menos. Lo que quiero decir es que el lenguaje oficial que se usa en los medios de comunicación, en los estamentos de nuestro Estado e incluso en las barras de los bares, está pervertido para esconder su propia realidad palpable a la gente que no tiene la capacidad de conducir ese lenguaje y ese pensamiento; es decir, el 99% de la población.

Hay otras sutilezas del lenguaje económico y estadístico que también quedan veladas a conciencia, adrede. Por ejemplo, cuando hablamos del impacto del turismo y decimos cuánto ha dinero ha dejado en tal o cual localidad. Sí, vale, ha venido gente y ha pagado su habitación y su comida, pero, ¿ese dinero dónde acaba yendo cuando se trata de franquicias y cadenas hoteleras? ¿Puede estar hundiéndose el tejido de la pequeña y mediana empresa de una ciudad turística mientras los turistas no paran de entrar y salir?

Es una preguntar retórica de la que todos conocemos la respuesta en el Sur.

Por esto mismo yo pido a la gente que piense por sí misma el significado de lo que lee y oye, y la intención de quien lo dice. Incluso de esto que estoy escribiendo. Mi intención es clara y, por si no lo parece, la explico: a mí me interesa que la gente piense por sí misma el significado de lo que lee y oye porque eso hace que la razón gane la lucha frente al marketing, y la política abierta y veraz frente a la demagogia. Yo tengo la intención egoísta de que la gente que convive conmigo piense antes de votar, reflexione sobre lo que escucha y componga un conjunto tan heterogéneo y racional que sea imposible que la situación que vivimos prospere.

No os dejéis pisar por lo que pensáis en este momento, porque puede haber sido inducido. Es más, si esto que pensáis beneficia siempre a los mismos, si os lleva siempre a la misma conclusión a la hora de votar, y con esto nada cambia nunca a mejor, es que os están engañando. Os están engañando para que penséis que hay un enemigo donde solo hay alguien igual de manipulado. Os están engañando para que penséis que habrá una victoria final donde solo habrá un poco más de lucha y necesidad de esfuerzo. Os están engañando para que penséis que existe una manera correcta de vivir. De obedecer. De llevar la ropa, de llenar el depósito de vuestro coche, de administrar la riqueza y de mirar al de enfrente. De estar loco (por la gloria de Cotón, nos quieren hacer creer que hay una manera correcta de estar loco). De sentirte, o no, satisfecho al final del día. Y, si lo piensas, todos estos dogmas inducidos te conducen en la misma dirección: que con el afán de salirte del sitio donde la sociedad te ha colocado, te quedes siempre dentro. Parte de cero. Elige otra cosa.

El mundo debería nacer de nuevo cada vez que alguien nace.

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