Hay festivales que se consolidan a los diez años e incluso más. Luego se convierten en iconos y sólo hay que cuidarlos para que den el fruto de tanto esfuerzo de pocos que se convierte en méritos propios o robados de muchos.
La Isla ciudad flamenca va por la cuarta edición y sigue siendo, aunque no se le hubiera tocado, la propuesta de flamenco más completa de cuantas se han intentado en San Fernando. O tenor de los premios que ha conseguido y seguirán consiguiendo sus organizadores, va camino de ser una de las más importantes de su categoría en toda España.
¿Por qué? Porque lo propociona todo, lo toca todo y si le faltaba algo, este año le han puesto otra actividad más porque llena de contenido 42 días de flamenco y no morir en el intento sólo se hace con mucha imaginación. Se han inventado un espacio que se llama Flamenco de guardia y que es ni más ni menos que resucitar lo que era el flamenco en su origen, una reunión ante una copa, en un bar, en un cuarto y dale cante y toque.
En contra de lo que se ha hecho hasta ahora con otra loables iniciativas, la gran ventaja de La Isla ciudad flamenca es que pretende que La Isla se lo crea y de camino que se lo crean los que vienen, que cada vez son más lo que se unen a los que están. El mérito consiste en empezar por abajo, por los cimientos y enseñar al respetable el resto del edificio que se va construyendo poco a poco.
Las academia de baile de La Isla que cada vez que salen se traen premios en un saco; los jóvenes cantaores, tocaores, bailaores y todos los femeninos que sean necesarios; la calle como luga de encuentro flamenco y ahora la hostelería como protagonista, apoquinando, que no es conseguir poco en La Isla... Todo eso se une a los espectáculos grandes, medianos y pequeños que durante esos 42 días llenarán de oferta la ciudad.
La fórmula es tan buena que no se detiene en el flamenco. Incluye la gastronomía, la playa, este año hasta el hotel Bahía Sur que se tematizará y la colaboración del centro comercial Bahía Sur, además de la colaboración municipal en plan de intendencia -dinero no, que luego no paga- son parte de un todo cuyo cartel estará en la calle en pocos días. Y no está ya porque La Isla ciudad flamenca es un festival abierto. O sea, que en cualquier momento se pueden sumar más espectáculos. Para eso tiene una APP. Que no le falta un detalle.
Javier Chico Fernández, Lolo Picardo, Javier Bey y el primer teniente de Alcaldía, Fran Romero, presentaron la ciencia y esencia de la Ciudad Flamenca en la Venta de Vargas, por la que pasan los años y sigue siendo el mejor rescoldo del flamenco.
Allí se presentaron también los premios que se otorgan al mejor artista joven que salga del festival, una estatuilla de Antonio Mota y el premio Cruzcampo al mejor cantaor "mayor".
Comienza una nueva aventura. El programa se adjunta a este artículo y las primeras actuaciones están a la vuelta de la esquina.
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