De “irreal” o “ejercicio de imaginación” tachan Ecologistas en Acción y la asociación Parque Vivo del Guadaíra los datos del plan de tráfico presentado, junto con el Estudio de Impacto Ambiental (EIA), por la promotora del centro comercial Palmas Altas, que piden que sea informado negativamente y que no sea autorizado.
Algunos de esos datos hablan de que el 50% de los viajes que realicen los vecinos de La Palmera y Bermejales serán en bicicleta, o que el 30% de los procedentes de Nervión o el Casco Antiguo serían en autobús, cifra que baja al 20% si son de la Macarena, Distrito Sur o San Pablo. Para las dos organizaciones, estas cifras están “sesgadas”, basadas en estudios de aforos de 2011 y sin tener en cuenta el “tipo de consumo que se realiza en estos centros comerciales”.
Esta es una de las razones por las que ambas asociaciones han alegado contra el estudio ambiental y de tráfico de Palmas Altas al considerar que no se da respuesta a los “desafíos” del proyecto por su ubicación y dimensiones, y se empeora la situación de tráfico y conllevaría un “perjuicio serio” para la calidad ambiental y acústica.
En líneas generales, ambas asociaciones coinciden con su análisis del EIA de Palmas Altas. Al margen de la “ciencia ficción” que atribuyen a los datos de estimaciones de tráfico, cuestionan que no se tenga en cuenta la saturación ya existente, que sólo se analice la afección a las rotondas de acceso al centro comercial y no al Puente del Centenario o a la N-IV o al puerto, cuando sí que ofrecen como alternativa la carretera del Copete, saturada ya de por sí por el tráfico pesado de la actividad portuaria.
Ecologistas considera que, frente a los 53.923 viajes diarios que estima Lar España, la promotora, la cifra alcanzaría los 71.110 en vehículo privado, por lo que exige no sólo un estudio más riguroso de los nodos de transporte, sino que se contemple el efecto en desplazamientos desde Montequinto y Dos Hermanas.
“Desproporcionado”
Las entidades consideran que el impacto en la movilidad y el tráfico será “desproporcionado” e inciden especialmente en la contaminación acústica, reconocida en el estudio pero no valorada, y en la ambiental, cuando el área de Los Bermejales ya soporta periódicamente episodios de contaminación por ozono y que se extenderían hacia el centro con los vientos de componente sur-norte del verano.
De hecho, recuerdan el precedente de la central de ciclo combinado, que nunca llegó a construirse.
“Causa estupor que defina el impacto del tráfico sobre la calidad del aire como medio-bajo”, dice Ecologistas, calificando de “temerario” cuando ya se colapsa habitualmente la zona del Puente del V Centenario.
Parcela colmatada
Ecologistas entiende que Lar España ha presentado un proyecto con una parcela colmatada, haciendo uso de la máxima edificabilidad, cuando “deberían haberse evaluado las limitaciones ambientales”, maximizando los beneficios económicos y sin intentar minimizar su impacto en la ciudad, sólo con el argumento de la creación de empleo, cuando, recuerdan, igual que crean, destruyen en el comercio tradicional.
Es crítica la asociación con las soluciones “retóricas” que plantea -que ni tendrán impacto ni concreción a corto plazo-, con el “estudio parcial” de tráfico que “da la impresión” de que se ha hecho para “ahorrar costes”, con la “sorprendente” decisión de no incluir su afección al puerto o con la nula información sobre el proyecto del lago.
Cuestionan ambas el “impacto considerable” en el paisaje y la fragmentación del territorio, sin poner en valor ni su conexión con el corredor verde del Parque Guadaíra, los nuevos desarrollos de Palmas Altas Sur o el Corredor Verde Metropolitano.
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